Las fotos y los recuerdos de todo lo vivido con su hija Shirley Natalia Pérez Barrientos, son el mayor tesoro de don Eladio Pérez Artavia.
Este papá, de 57 años, está desesperado porque su hija, de 28 años, fue asesinada y todavía no hay sospechosos detenidos y la investigación parece ir muy lenta.
“Las embarazadas tienen la paciencia de esperar nueve meses por sus hijos, yo me estoy comparando con esa paciencia, siento que se me está agotando y ya voy a explotar, al ver que los investigadores judiciales no tienen evidencias para señalar de manera directa al responsable de quitarnos a nuestra hija”, expresó.
Shirley, quien era mamá de tres niños, fue asesinada el 21 de abril de 2020, o sea, en este mes se cumplirán los nueve meses de su muerte.
“Mi hija fue sacada de su casa por la noche y horas después apareció muerta a un kilómetro y medio, en una poza en Quebrada Azul, en Florencia de San Carlos. Cuando yo la vi tenía un fuerte golpe en la cara, la frente estaba hundida, la nariz fracturada, maniatada y tenía peso en la espalda, como para que no saliera a flote de la poza en la que la tiraron.
“A ella le dieron la muerte del chancho, con ese golpe en la frente, y así la tiraron al río”, dijo este dolido padre.
Además, otra hija de don Eladio y una de sus nueras, le dijeron que las uñas las tenía quebradas, por lo que consideran que se defendió hasta el final.
“Siempre voy al OIJ y lo más que me dicen es que dé tiempo, que le pida a Dios un milagro porque la cosa (la investigación) está complicada.
“He llamado a don Wálter Espinoza, director del OIJ, y la respuesta de las secretarias es: ‘Está en reunión, no le puede atender’. Le dejé mi número, pero pasa tan ocupado que no puede atender a un papá desesperado, que solo busca respuestas por la vida de una hija”, aseguró.
Don Eladio dice que el próximo jueves 21 de enero, al cumplirse los nueve meses del crimen, espera un informe de lo que han investigado y los resultados, de lo contrario comenzará a buscar respuestas por él mismo.
“Fue el 28 de diciembre pasado cuando me escribió un mensaje el investigador del caso, me dijo que dé tiempo porque patología no ha emitido el informe y falta otro de psicología forense. Ellos me dicen que mi hija se mató, pero eso es muy raro porque estaba maniatada y muy golpeada, es imposible que ella misma lo hiciera”, comentó.
LEA MÁS: Mujer asesinada y encontrada en un río tenía puesto un bulto lleno de piedras
Hermanos los separaron
Shirley dejó a dos niñas de 11 años y 6 años, así como un niño de 3 añitos. Ella tenía cuatro meses de casada cuando la mataron.
Su familia dice que desde que se casó estaba feliz, tenía un brillo en su rostro. Su esposo era el papá biológico de la hija mayor y el menor, pero también se dedicó a la niña del medio, a quien veía como otra hija más.
LEA MÁS: Familiar de mujer asesinada: “Desde que se casó tenía una alegría diferente”
“Cuando a mi hija la mataron todos pasaron a ser sospechosos, entonces mis nietos fueron separados y no están con el papá. La hermanita mayor y el menor están en San Carlos, mientras que la otra niña está en Guatuso, porque el PANI decidió darlos a unas tías de ellos, quienes tienen la custodia legal.
“A ellos no los he podido ver, por la pandemia y porque cuido a mis papás, que son adultos mayores. También soy una persona de riesgo, porque por la muerte de mi hija se me desataron otras enfermedades, dijo don Eladio.
Shirley desapareció el 21 de abril del 2020 por la noche, estaba sola en la casa con sus hijos, ya que su esposo trabajaba de noche. Fue una hija quien alertó sobre la ausencia, ya que su hermanito lloró durante mucho tiempo porque tenía hambre.
A la mañana siguiente, el 22 de abril, fue encontrada por su esposo y un primo.
Los investigadores judiciales aseguran que siguen con la investigación.
Si usted sabe quiénes son los responsables de dejar huérfanos a tres niños, llame a la línea confidencial 800-8000-645 del OIJ para darle justicia a Shirley y su familia.