Don Víctor Calvo, papá de María José Calvo, de 26 años y víctima de femicidio, declaró durante el juicio por la muerte de su hija, que la muchacha le puso medidas de protección para que él no se le acercara.
Según contó, fue 15 días antes del femicidio cuando le puso las medidas. La joven le mandó unos pantallazos de la denuncia al señor, ellos habían tenido una discusión pequeña, pero él asegura que jamás para que ella actuara así.
El papá explicó a los jueces que María José decidió irse a vivir con el acusado del femicidio, de apellido Taracera, y él cree que su hija quería mantenerlo al margen de la situación, debido a que la pareja tenía constantes pleitos y problemas.
Calvo y Taracera vivían en una cabaña, propiedad de don Víctor, en La Capri de Desamparados, donde la joven fue asesinada de un balazo en la cabeza el 16 de noviembre del 2020, esa vivienda fue quemada un día después.
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“Mi hija me puso medidas porque no me quería en su casa con ellos, yo tengo mi pareja y por eso decidí hacer mi vida y dejarla que ella hiciera su vida”, narró.
Calvo no podía acercarse a 500 metros de esa vivienda y él piensa que el acusado la podía estar manipulando y por eso la joven no quería que él estuviera con ellos.
También contó que una amiga de la fallecida, durante la vela, le dijo que en una oportunidad la pareja tuvo una discusión y él la agredió.
“Él le puso la cara en el piso y le pateó la cara, ella (mi hija) lo mandó a asaltar para vengarse, la persona lo apuñaló. Mi hija solo mandó a asaltarlo no a agredirlo”, dijo.
María José solo le había comentado a su papá una pequeña parte de esa discusión.
Aseguró que si él hubiera sabido de las agresiones físicas que sufría, le hubiera puesto fin a la relación, por eso después de todo lo que ocurrió, ahora piensa que por eso María José lo alejó.
Don Víctor también comentó que cuando ella murió se dio cuenta porque él estaba trabajando como conductor de plataformas de transporte y un vecino le avisó que se estaba quemando la casa.
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“Me fui al lugar, cuando llegué se estaba quemando y el cuarto de mi hija. El fuego se veía como una forma demoníaca, era lo que más ardía. Los bomberos me dijeron que encontraron un cuerpo, les pregunté si tenía una cadena de oro y me dijeron que sí, pero el carro de mi hija no estaba afuera de la casa”, recordó.
Él regresó a la casa cinco días después del incendio y encontró ropa, aparentemente de Taracera, en la lavadora, él dio aviso al OIJ, pero uno de los agentes le dijo que uno de los perros policías se concentró solo en los lados de la lavadora porque había combustible.
Esa ropa no fue usada como evidencia porque ya habían pasado varios días.
Carro con gente del Diablo
Dentro de su testimonio, dijo que un día estaba trabajando y una joven pidió un servicio cerca del cementerio de Tibás, donde está sepultada María José.
“Cuando la muchacha llegó, yo estaba impactado porque mi hija está ahí sepultada. Ella me preguntó que qué me pasaba y yo le expliqué que a mi hija me la quemaron y me la mataron, y ella me dice: ‘Usted es el papá de María José', y le digo: ‘Sí'. de inmediato me dice: ‘Yo sé dónde está el carro, yo sé quién se lo llevó, conozco a Taracera’”, narró el papá.
La muchacha le contó que un hombre apodado “Pancho” se llevó el vehículo Toyota Yaris 2002 para Guápiles.
“Ellos (los que tenían el carro) le dijeron a Taracera que se regresara a la casa donde estaba María José y quemara la casa con todas las evidencias. Esa muchacha no quiso ser testigo (del juicio) por temor”, dijo el papá.
Don Víctor comentó que, según lo que a él le dijeron, las personas que tenían el vehículo de María José eran gente del “Diablo” (Alejandro Arias Monge, sospechoso de varios delitos, entre ellos homicidios y tentativas de homicidio).
Por motivos económicos y de seguridad nunca fue a buscarlo, él dio toda esa información al Organismo de Investigación Judicial (OIJ), pero no supo si sirvió de algo.
Violento
El fiscal del caso, Rándall González, acusó al novio de la joven de un delito femicidio y un delito de incendio.
El representante del Ministerio Público dijo que la víctima y el imputado tenían una relación de tres años, él consideró a Taracena como conflictivo y violento.
En la acusación, indicó que el 16 de noviembre del 2020 llegaron a la casa en La Capri en Desamparados y fue cuando se dio todo.
“Se dio un problema entre ambos y estando ella de espaldas le disparó en al menos una ocasión, en la parte occipital (atrás) del cráneo que le provocó la muerte en el sitio, él se fue”, dijo el fiscal.
Un día después, según la Fiscalía, Taracera regresó a la vivienda para ocultar cualquier evidencia.
“Ellos vivían en la segunda planta de una vivienda y sin importarle eso y que había otras tres casas, roció la habitación y el cuerpo con gasolina y se dio a la fuga”, dijo González.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) interpuso una querella.
El juicio se extenderá durante esta semana.