Por muchos años, San José se caracterizaba por ser la provincia más violenta de Costa Rica, pero desde que llegó la pandemia del covid-19, se ha convertido en la tercera más violenta y Limón es la que registra más muertes.
Las cabeceras de Limón son las violentas desde que llegó la pandemia; las zonas en las que más muertes violentas han ocurrido en el Caribe son el centro de Limón, Pococí, Matina, Guácimo, Siquirres y Talamanca.
Así se desprende en el informe del Estado de la Nación 2022.
En este explican que en los primeros dos años de la crisis sanitaria, aumentaron los problemas de integración social de amplios sectores de la sociedad y el principal indicador para monitorear estas situaciones ha sido con la tasa de homicidios dolosos.
“En 2021, el país continuó con niveles altos en homicidios, que no se redujeron en el contexto de la pandemia. Con un total de 588 víctimas, 17 más que en 2020″, señala el estudio.
Detallan que la evolución en 2022 parece apuntar a un nuevo deterioro en este indicador. Hasta este 17 noviembre el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) tenía en sus estadísticas 544 personas víctimas de muertes violentas a nivel nacional.
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“El principal móvil de la violencia son las disputas entre distintos grupos del crimen organizado ligado al narcotráfico por el control de los mercados locales y las líneas de abastecimiento internacional”, señalan.
En el 2021 y 2022 Limón sigue encabezando los hechos de violencia, Puntarenas y San José son los otros sitios más sangrientos.
La crisis sanitaria del covid-19 agravó condiciones de vida, de estudio y de trabajo de la población que vive en asentamientos informales, territorios con problemas endémicos de integración (cohesión) social desde mucho tiempo atrás.