Don Alexis y doña Rosaura, padres de Anderson Mora Campos, de 19 años, fueron los primeros en enterarse de la trágica muerte de su hijo.
La noticia de cualquier forma sería desgarradora, pero esta además fue impactante, porque don Alexis fue el primero en llegar al sitio del accidente de su hijo en Ticabán de Pococí.
Anderson trabajaba para la piñera San Cayetano, y su papá en una bananera; el joven siempre salía unos minutos antes porque la finca quedaba largo.
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La madrugada de este miércoles 4 de diciembre estaba lloviendo mucho y, en medio del mal tiempo, padre e hijo se alistaron y salieron de Balastre de la Teresa de Pococí, como era de costumbre, uno antes que otro.
Liseth Mora, hermana de Anderson, recuerda los gritos de su mamá y al correr para ver qué era lo que pasaba se enteraron de la tragedia, pues don Alexis era quien los llamaba para darles la triste noticia.
“Mi papá fue quien se lo encontró, llegó de primero al accidente. Un muchacho le dijo que no había paso porque había un árbol caído y parecía que había un hombre muerto. Mi papá dice que sintió como que fuera Chichi, --así le decían de cariño--; él se fue y cuando se asomó lo reconoció por el pantalón. El golpe fue muy fuerte y él murió de inmediato”, dijo la hermana.
Don Alexis llamó de primero a Liseth, pero ella no le contestó porque no entraba la llamada debido a la mala señal, por eso luego telefoneó a su esposa y esos fueron los gritos que escuchó la familia.
“Mi papá llamó a mi mamá y le dijo que Chichi había tenido un accidente, que se había muerto. Mami pegó gritos y donde vivimos todos somos familia, por eso salimos hacia donde ella. Mis tías decían que Chichi había tenido un accidente, y aunque tenía la fe de que hubiera una esperanza de vida, jamás creí verlo muerto, recordó la hermana mayor de Anderson.
Él era el menor de la familia y lo describe como un muchacho extrovertido, sin vicios.
“Era un joven bueno, no andaba en la calle, ese día iba a trabajar, soñaba con matricular algún curso en el INA y seguir adelante.
“Estaba superfeliz, porque con el pago de la piñera se había comprado unos tacos y los iba a estrenar este fin de semana”, recordó la hermana.
La última vez que la familia compartió con Anderson fue el martes 3 de diciembre por la noche, cuando estuvieron tomando fresco leche y agua dulce. Jamás imaginaron que se trataría de una despedida.
Al parecer, el árbol se cayó debido al mal tiempo que afectó la zona; hasta la electricidad se había ido y no había alumbrado público, llovía muy fuerte y Anderson iba en motocicleta, por lo que, aparentemente, la visibilidad era muy poca y por eso no se percató que el árbol estaba bloqueando el paso.
Anderson fue despedido este viernes 6 de diciembre, a las 9 a. m., en una misa en Balastre de La Teresa de Pococí.
“Estamos muy agradecidos con todas las personas, vino demasiada gente a verlo a él, esto dice mucho porque era un buen muchacho y era muy querido.
“Tengo tres hijos y ellos han visto a Chichi más que como un tío como un hermano, porque mi hijo mayor tiene 14 años y se crío con él. Tengo otro de once años y está muy afectado porque pasaba mucho con él”, detalló Liseth.
Concluyó señalando que a todos en la casa les duele la pronta partida, máxime que recuerdan que el 21 de noviembre anterior cumplió sus 19 años y pidió una torta chilena, se la compraron y en familia celebraron la vida de él, quien siempre dejó claro que lo más importante para él era su familia.