Un costarricense de apellidos Casasola Salas, de 33 años, es el principal sospechoso del robo de la bebé Keibril Amira García Amador, de 9 meses.
La bebé es hija de una adolescente de 13 años que habría quedado embarazada cuando tenía entre 11 y 12 años; estaríamos ante una víctima de violación.
En apariencia, Casasola era el padrastro de esta menor de 13 años y no se descarta que sea el papá de la pequeña de 8 meses.
Randall Zúñiga, director interino del OIJ, se encuentra en Cartago y confirmó la mañana de este martes que Casasola tenía, para este miércoles, las pruebas de ADN, las cuales siempre las van a hacer, aparezca o no la bebé, pues cuentan con otras evidencias para realizar los exámenes, señaló.
“La niña de 13 años es víctima de violencia de género, la Convención Interamericana para prevenir y erradicar la violencia sobre las mujeres establece que no hay que generar ningún tipo de estereotipo, entonces nosotros como Organismo de Investigación Judicial no estamos generando ningún tipo de estereotipo al respecto”, señaló Zúñiga.
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Casasola de momento es sospechoso del delito de rapto de menor, que puede ser calificado con 10 años de cárcel.
Casasola, que en apariencia sería un hombre muy callado, no cuenta con trabajo fijo, se dedica a hacer trabajos de mecánica de manera casual.
Zúñiga descartó que algún nicaragüense esté involucrado en este caso de la bebé.