El exfutbolista Pablo Antonio Gabas dice que solo un milagro pudo salvarlo de perder la vida en el accidente de tránsito que sufrió el domingo pasado en la autopista General Cañas.
El ahora comentarista perdió el control de su carro y fue a dar con todo y vehículo al río Pirro. Aunque parezca increíble y pese a lo aparatoso del suceso, Gabas no sufrió lesiones de gravedad.
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“Estoy bastante bien, consciente de que viví un milagro y agradecido con Dios por permitirme seguir al lado de mi familia. Estoy tranquilo porque no cargué con ninguna vida, por dicha cuando pasó el accidente no iba pasando ninguna persona, ninguna moto, ningún carro, eso si hubiera sido terrible”, dijo el argentino.
Gabas contó que regresaba de San José de dejar unos artículos en un negocio de comidas que tiene y que su idea era terminar de pasar el Día del Padre con sus dos hijos de 6 y 7 años.
“Como a la 1:15 de la tarde iba pasando por el Conservatorio Castella y llovía mucho, a unos 150 metros de ahí el carro me derrapó y no pude controlarlo. Pegué contra un árbol y seguí como 150 metros dando tumbos y vueltas hasta que caí al río Pirro.
“Cuando todo se detuvo vi que estaba bien, las bolsas de aire se habían activado por los golpes que recinbió el carro y me protegieron. Abrí la puerta y se empezó a meter agua, en ese momento me di cuenta de que había caído a un río.
“Me salí del vehículo y vi que el carro había quedado como estacionado, por dicha no quedó de lado, ni con las llantas para arriba porque por eso no me costó salir. Casi de inmediato llegó el guarda de la propiedad privada en la que caí y le pregunté por dónde podía salir del río y él me señaló un lugar. Me fui entre nadando y caminando por el río hasta que encontré por dónde salir”, recordó.
Una vez a salvo, Pablo le pidió el celular al vigilante porque no había podido rescatar ni el teléfono. Él les avisó a sus allegados lo que había pasado y les dijo que estaba bien para que no se preocuparan.
Golpes superficiales
El deportista dijo que como una hora y media después del accidente su esposa llegó a ver cómo estaba y luego de sacar el carro del río con la ayuda de unas grúas se fueron para la casa.
“Como había estado metido en ese río tan contaminado apenas llegué me bañé bien y ya luego me fui para el hospital del Trauma para que me revisaran porque aunque me sentía bien tenía dolores en las rodillas, las costillas y la espalda.
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“Me revisaron y me hicieron placas, también ultrasonidos para ver si no había algún tipo de sangrado interno que estuviera afectando el corazón o los pulmones y gracias a Dios todo salió bien”, detalló.
El sobreviviente dice que los dolores de las rodillas han ido desapareciendo con los días, pero el de la espalda y el costado aún le molestan, sin embargo, sabe que en realidad los golpes que sufrió fueron mínimos para el tipo de accidente que vivió.
Luego de que lo examinaron volvió a su casa y cenó con su esposa y sus hijos, ya mucho más tranquilo y feliz de saber que todo estaba bien y que la terrible experiencia por dicha no pasó de un susto.
Pensó en sus hijos
Gabas dice que calcula que desde el momento en que perdió el control del carro y cayó al río pasaron unos seis segundos en los que pensó un montón de cosas.
“Yo sabía que podía morir, estaba esperando que el carro pegara contra algo y se detuviera de una vez por todas. Me aferré a Dios y a mi familia, pensé mucho en mis hijos, en que a uno de ellos le dije que ese domingo iba a volver temprano para jugar a la pelota con él.
“Pude llegar vivo a la casa ese día, pero no pude jugar a la pelota porque cuando me desocupé ya era tarde, pero sí pude compartir con mi familia, les enseñé a mis hijos fotos de lo que me había pasado y hablamos de que la vida es corta, que se acaba en cualquier momento”, expresó.
El deportista dice que siente que volvió a nacer y que en estos días ha tratado de no ocuparse tanto en cosas que son tan importantes para dedicarle más tiempo a su familia.
“Todo esto lo hace a uno reflexionar y valorar las cosas. Ayer (martes) fui al taller donde está mi carro y volver a verlo me hizo reforzar la idea de que lo que viví fue un milagro”, contó Gabas.