Los seres humanos hemos perdido la capacidad de asombro en casi todo, hasta las tragedias las vemos como parte del escenario normal, si acaso se habla de ellas uno o dos días y pasamos la página.
Hoy, salvo la familia y algunos amigos muy cercanos, la noticia del fallecimiento de don Luis Diego Rodríguez Agüero, dueño del Depósito y Ferretería Cariari, ya es historia para muchos.
La lamentable pérdida ocurrió la tarde del viernes, cerca del túnel Zurquí. Para muchos es una muerte más del montón que, desgraciadamente, cada año ocurren en carretera. El año pasado fallecieron 454 personas y este año, de enero al 31 de mayo la cifra es de 133 fallecidos.
El camión que manejaba don Luis Diego, cargado de materiales, se quedó sin frenos y él lo lanzó contra un paredón para tratarlo de frenar pero el impacto fue tan violento que falleció al hacer la maniobra y su hermano, Fernando, resultó seriamente herido.
El valiente empresario se jugó la vida en esa maniobra y no intentó seguir rodando con el pesado vehículo para evitar toparse con otros carros y que ocurriera una tragedia más dramática aún.
¿Cuántas muertes sumamos por irresponsables que invaden carril, ya sea por falsos adelantamientos o porque su imprudente forma de manejar los lanza a carriles por los que viajan choferes responsables con sus familias y pierden la vida?
El gesto de don Luis Diego no fue una muerte más en carretera, él perdió la suya pero no sabemos cuántas más salvó con su maniobra.