Dentro de poco tiempo los crímenes sexuales en el país serán resueltos por perros.
No es paja, el OIJ está entrenando a dos perros para que los ayuden a encontrar rastros de semen en escenas del crimen.
Se trata de Koa, una perra raza pastor blanco suizo y de Denver, un pastor lobo checo, dos peluditos de la Unidad Canina que están cerca de terminar el entrenamiento enfocado en la detección de rastros de semen humano.
Así lo explicó Alejandro Castillo, jefe de la Unidad Canina del OIJ, quien además destacó que estos dos canes serán los únicos en Latinoamerica que contarán con esa especialización.
“Los perros ya buscan y encuentran rastros, hemos realizado prácticas en áreas externas a la Unidad Canina, pero todavía no los hemos implementado en escenas de crímenes reales”, explicó Castillo.
Los peluditos empezarían a trabajar en casos reales para finales de este 2020, pues solo hace falta certificarlos y validar los protocolos para el brete.
Castillo destacó que el entrenamiento inició el año pasado y que los canes han respondido muy bien por lo que Koa y Denver están prácticamente listos para iniciar labores.
Parte del entrenamiento consiste en que ellos huelan distintos tipos de fluidos (semen y sangre) para que sepan distinguirlos, ya que según la persona, pueden tener distintos olores.
Reducir espacios
Los dos peluditos podrán encontrar muestras de esperma en diferentes tipos de superficies y terrenos, aun cuando haya sido limpiado con agua o algún producto químico.
Inclusive, hará que sus compañeros humanos sean mucho más certeros en la búsqueda de pruebas en espacios abiertos y extensos.
“Hoy por hoy no tenemos la posibilidad de encontrar semen en un cafetal, porque tendríamos que oscurecer todo el cafetal e ir con una lámpara especial revisando metro por metro, no existe la posibilidad de hacer eso.
“Un perro nos va a detectar el lugar exacto, y si no lo vemos a simple vista vamos a tener que oscurecer ese lugar y pasar una lámpara, pero ya se está reduciendo todo el terreno a tan solo unos tres metros cuadrados”, explicó Castillo.
Otro punto muy importante es que gracias a los canes, muchas de las víctimas no tendrán que revivir los horribles hechos que sufrieron en la escena.
“Tenemos una importante cantidad de casos en los cuales jóvenes que esperan un bus en una parada son atacadas por un sujeto, quien las toma por la fuerza y las meten a un zacatal para ultrajarlas, entonces la idea es no revictimizarlas diciéndole: ‘bueno, llévenos donde ocurrieron los hechos’, pues con los perros eso no hará falta”, explicó Castillo.
Ahorro de tiempo
El trabajo que realizarán Koa y Denver no solo mejorara la precisión en la búsqueda de evidencias, sino que también permitirá que los agentes se ahorren un montón de tiempo que podrá ser usado en otras labores.
Castillo recordó un caso en el cual un grupo de investigadores tuvo que revisar más de 260 prendas de ropa de un sospechoso en busca de algún rastro de semen que lo pudiera incriminar.
“Se hizo manualmente con una lámpara especial y se duró desde las dos de la tarde hasta las cuatro de la mañana del día siguiente, con un perro se hubiera hecho mucho más rápido”, explicó.
Castillo explicó que los peluditos abrirán un mundo de posibilidades en las investigaciones, pues con la recolección de semen podrán sacar un perfil genético del sospechoso para hacer comparaciones, lo que antes era muy difícil porque no siempre era posible encontrar una muestra.
Para pulir a los dos peluditos, OIJ está trabajando con ayuda de las autoridades policiales de Inglaterra, las cuales han estado usando esta clase de canes desde hace varios años.