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Sesenta casas se inundaron por los fuertes oleajes de los últimos días, de esas viviendas siete sufrieron fuertes daños, así lo informó este martes el presidente de la Comisión Nacional de Emergencas (CNE), Alexánder Solís.
Solís explicó que desde el 6 de enero se reportan fuertes vientos debido a un sistema de alta presión que al generar los ventoleros influye directamente en el oleaje, por lo que la alerta verde se mantiene.
La CNE reportó que incluso las ráfagas de viento provocaron daños en el edificio del Centro de Atención Temporal a Migrantes (CATEM) en La Cruz, Guanacaste, por lo que fue necesario, junto a Migración, trasladar a las personas que se encontraban ahí a un albergue.
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Las autoridades también han atendido reportes por caídas de rótulos, cableados y árboles.
“Desde el día 10 de enero en el Caribe se registran olas de entre 3 y 3,5 metros tenemos 45 viviendas con afectación en Pacuare, Parismina y Madre de Dios, siete tienen daños, por lo que ya se activó el IMAS y otras instituciones de vivienda para que se les ayude, en Westfalia hay 15 casas con afectación”, dijo Solís.
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Mientras que en Barra del Colorado, Tortuguero, Cahuita, Manzanillo y Puerto Viejo se ha reportado afectación por el oleaje, pero menor, el agua llega a algunas viviendas, pero baja rápido.
“Se espera que para este miércoles tengamos una disminución en el sistema de alta presión, pero eso no nos indica que el jueves y el viernes se pueda volver a dar un aumento, hay que mantenerse alertas”, dijo Solís.
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En playa Bonita y Piuta los vecinos siguen reportando que el mar está bravo.
La CNE sigue insistiendo a la gente que no haga caso a un video que anda en redes sociales y WhatsApp en el que se indica que se va dar un huracán y una ola gigante, incluso Solís aseguró que ese es un video de noviembre del 2016 que no solo da información falsa sino que busca crear caos e incertidumbre.
El Módulo de Información Oceanográfica (MIO) y el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica (UCR) mantienen la alerta por el oleaje, no solo para los vacacionistas sino para las embarcaciones. Ellos aseguran que se están dando olas de hasta tres metros, pero que al llegar a la playa la altura puede ser mayor.
