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La casa que un hombre de apellidos Cabrera Espinoza y alias “Manzanita” construyó en la ciudadela León XIII, en Tibás, no deja de ser un tema de conversación en ese barrio aunque el “patrón” esté preso.
Vecinos del lugar afirman que personas jóvenes cercanas a Cabrera son quienes se encargan de vigilarla mientras el hombre sigue detenido como sospechoso de narcotráfico, lavado de dinero y homicidios.
Cabrera fue detenido el 13 de octubre del 2020 junto a 12 miembros de su banda.
La casa, como recordamos, contaba con un gimnasio, dos jacuzzis, una azotea y acabados de lujo.
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“Hay un grupo de pintas, como decimos nosotros, que no permiten que nadie llegue a tocar pero ni el portón; algunos dicen que es por orden del mismo Manzanita, que él pidió que le cuidaran la mansión, y otros que lo hacen solo por fidelidad con él”, afirmó un vecino que solo aceptó identificarse como de apellido González.
Este lugareño nos contó que él vio todo el proceso de construcción de la casa de cinco pisos.
“Vea, es muy curioso esto que le voy a contar. Cuando detuvieron a Manzanita hubo gente que vino para tratar de ver la casa o tomar fotos, pero como aquí la gente se conoce, rápido los muchachos estos que le digo se daban cuenta y los ponían a caminar, aquí los conocemos ( a los cuidadores) como ‘los ojos de Manzanita’”, dijo el hombre.
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Consultamos a González si en algún momento alguien ha tratado de desmantelar la casa o llevarse algo y aseguró que no.
“Dios guarde aquí pase eso; si la municipalidad no la termina demoliendo porque no tenía los permisos, eso va quedar aquí como si fuera un castillo sin su patrón. Nadie se anima a tocarla ni a llevarse pero ni un bombillo”, dijo.
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Y añadió: “en las películas o las novelas narco, yo no sé si usted ha visto que el ‘patrón’ ayuda a algunas personas del barrio donde manda y la gente le toma cierto aprecio y consideración; claro, otros también miedo, y eso mismo es lo que pasa aquí”.
Afirma el vecino que los “chamacos” cuidan la casa porque ese mae (Manzanita) “les dio de comer en algún momento o les hizo algún favor, por eso nunca nadie frenó la construcción, porque no lo hubieran dejado”.
Pero el chozón de “Manzanita” no está tan solo como se podría pensar. La Policía tiene conocimiento de que uno de sus familiares vive allí, sin embargo, no se sabe el parentesco. Aparentemente lo que hace es resguardarla, una situación de la cual ninguna autoridad da información detallada; alegan que el caso está en investigación.
La Teja consultó al OIJ quién tiene la custodia de la vivienda e informó, por medio de la oficina de prensa, que la construcción y los bienes se encuentran en custodia del Ministerio Público.
Consultamos entonces al Ministerio Público, que por medio de su oficina de prensa indicó: “La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos informó que el caso de su interés se encuentra en investigación, en la etapa de recolección y análisis de prueba. Este despacho explicó que la información que usted solicita es privada de la investigación, por lo que, en apego al artículo 295 del Código Procesal Penal, no es posible brindar detalles”.
Además se le preguntó al Ministerio de Seguridad Pública si le ha tocado cuidar la casota e informó que no lo ha hecho desde la captura de “Manzanita” hasta la fecha.
Detalló que es común ver patrullas cerca porque en algunas alamedas cercanas los oficiales hacen patrullajes para tratar de frenar la venta de drogas.
La Municipalidad de Tibás informó por medio de su vocero que la casa sigue intacta y que por estar los hechos en investigación no les han dado mucha información.
Cuando se destapó el tamal con el chozón, la municipalidad no se refirió al tema de los permisos, solo señaló que los inspectores llegaron varias veces y que fueron amenazados de muerte.
La prisión preventiva de Cabrera vence en abril, seis miembros de la banda cumplen con esa misma medida y el resto está con arresto domiciliario y con tobillera electrónica.
Durante los allanamientos a la propiedad el OIJ decomisó ¢21 millones 15 mil dólares, seis carros y 18 libras de marihuana.
Al parecer, el grupo lavaba la plata de la venta de las drogas comprando bienes de alto valor que ponía a nombres de terceras personas. Además lo ligan con el homicidio de un menor de edad ocurrido el 17 de noviembre del 2018 en León XIII.
