Los investigadores del OIJ de Bribrí, Limón descubrieron un potrero en el que estaban apuñadas 181 cabezas de ganado que al parecer fueron robadas.
Las autoridades, junto con los funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) sacaron a las vacas y toros y los llevaron a un lugar seguro mientras continúan con las investigaciones.
De acuerdo con el informe preliminar, los agentes iniciaron la indagación luego de recibir varias llamadas confidenciales, donde les daban el punto exacto del lugar y otros detalles, entre estos que los animales fueron robados de diferentes partes del país.
Cuando revisaron la propiedad se dieron cuenta que no tenían los permisos de funcionamiento dados por Senasa, razón por la que además decomisaron los animales y los dejaron en custodia de Ministerio Público y Senasa.
Las autoridades tratan de identificar quiénes son los dueños de los bovinos por medio de las marcas que tienen, de momento no hay personas detenidas por este caso, pero el caso sigue abierto, ya que los daños serían de varios millones. No trascendió si los animales eran destazados o vendidos a finqueros.
El 17 de abril del 2010 se publicó la ley de control de ganado bovino, prevención y sanción de su robo, hurto y receptación, su reglamento se aplica desde setiembre del 2013.