El OIJ está dándole cacería a notarios públicos que estarían ayudando a que bandas criminales se adueñen de bienes de otras personas, como chuzos de lujo y propiedades valoradas en más de ¢100 millones.

Así lo confirmó Guillermo Sequeira, jefe de la Unidad de Fraude Registral de la Sección de Fraudes del OIJ, quien dijo que hasta el momento han identificado a 50 abogados que han tramitado ventas ilegales para que maleantes se llenen los bolsillos.

“Ellos son la primera herramienta que usan las organizaciones, ya que por medio de todos los instrumentos que tienen pueden presentar documentos al Registro de la Propiedad y dar fe de que el acto es verdadero, posteriormente es cuando el verdadero dueño se da cuenta del fraude”, detalló.

Sequeira explicó que los delincuentes buscan principalmente propiedades de alto valor, cerca de zonas comerciales, como Rohrmoser, en Pavas, o en puntos turísticos como en Guanacaste.

Modalidades

El OIJ explicó que el fraude registral tiene dos modalidades, en la primera es cuando existe un acuerdo entre la banda y el notario, este último se encarga de engañar al Registro de la Propiedad haciendo creer que las ventas de los bienes son legales.

El otro método es cuando miembros del grupo criminal usan documentos falsos para hacerse pasar por el dueño real de un bien y engañan a un notario público que no tiene nada que ver con el fraude.

Ante esta situación Sequeira hizo un llamado a la población para que no sean víctimas de este delito, por lo que recomendó usar siempre un notario de su confianza y no perder de vista sus bienes.

“Hay personas que son dueñas de fincas y nunca van o van una vez al año, y no se dan cuenta si están a nombre de otras personas. Hable con sus vecinos para que le avisen de movimientos extraños, ponga letreros de que no se vende.

Si esta vendiendo la propiedad no brinde todos los datos del terreno y si hay interesados verifique que sean personas de bien, porque estas organizaciones quieren esa información para engañarlo y vender su propiedad”, explicó Sequeira.