EscucharEn primera instancia el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descartó que los huesos hallados dentro de un cocodrilo en Matina, Limón, correspondieran a los de Julio Otero Fernández, de 8 años, sin embargo, cinco meses después la Policía Judicial rectificó la información y confirmó que sí se trataba de los restos del menor.
Así lo indicó este viernes el OIJ, por medio de su oficina de prensa, explicando los motivos por los cuales la información brindada en diciembre del año pasado cambió para este momento.
“Dentro de los restos óseos que le extrajeron a este animal, se pudo descartar a priori que los huesos más grandes perteneciera a persona alguna, sin embargo, habían unos pequeños fragmento óseos, que por el tamaño, no permitían identificar si eran humanos o no, por lo que se remitió a la Sección de Bioquímica, para determinar si eran humanos, siendo que luego de verificar esto, se continuó con el proceso de análisis científico a fin de extraer ADN”, indicó la Policía Judicial.
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Según el OIJ, los fragmentos óseos estaban muy deteriorados, por lo que se tuvo que realizar un proceso de amplificación de ADN.
“Es así como, una vez que se logró obtener el perfil genético de dichos restos óseos, se procedió a comparar con el perfil genético de la muestra de ADN que se le extrajo al familiar del menor, siendo que dicha comparación arrojó un resultado positivo, determinándose de esta forma que uno de los fragmentos óseos correspondía a los del menor atacado por el cocodrilo”, detalló la Policía Judicial.
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Tras confirmar que los restos pertenecían al pequeño Julio, el OIJ remitió hace unas semanas al Ministerio Público para el trámite correspondiente.
El trágico hecho ocurrió en octubre del año pasado a la orilla del río Matina, específicamente a su paso por la localidad de 4 Millas de Matina, en Limón, cuando el menor se encontraba con su madre y otros familiares.
