Una venta clandestina de diésel que había en El Roble de Puntarenas fue descubierta por las autoridades, que la clausuraron y decomisaron varios estañones llenos de combustible listo para la venta.
De momento no hay personas detenidas por el negocio ilícito; sin embargo, los investigadores identificaron al dueño de la propiedad y le pasaron un informe al Ministerio Público.
El decomiso estuvo a cargo de los investigadores del OIJ, funcionarios del Ministerio de Salud y de la Municipalidad de Puntarenas, que recibieron información confidencial.
Las autoridades encontraron una bodega en la que había cinco tanquetas de 1.000 litros cada una, quince estañones de 200 litros cada uno y dos pichingas de 20 litros cada una. Todos los recipientes tenían combustible, para un total aproximado de 8.040 litros.
La Refinadora costarricense de Petroleo (Recope) confirmó que se trataba de diésel, combustible cuyo litro está actualmente en ¢568. Es decir, lo decomisado ronda los ¢4,5 millones.
El Ministerio de Salud afirmó que este producto inflamable no contaba con las medidas de seguridad ni el sitio con los permisos necesarios para almacenarlo.
El combustible fue entregado a Recope.
Las autoridades siguen investigando la manera en la que obtenían el diésel y no descartan que haya sido por medio del “ordeño” de los oleoductos.
Trascendió que el combustible se lo vendían a quien llegara a pedirlo.