Con tan solo 8 años, Mainor Parajeles Duarte ya tenía muy claro lo que quería ser en la vida, él deseaba convertirse en un oficial de tránsito y afortunadamente años después logró cumplir ese gran anhelo.
Lamentablemente, ese sueño tuvo un trágico final, luego de que un agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), apellidado Gómez y en estado de ebriedad, atropellara a Mainor, de 48 años, cuando este trabajaba en un control de carretera, cerca del peaje de Naranjo, junto a dos de sus compañeros.
Ese accidente ocurrió la noche del pasado 11 de octubre y aunque Parajeles sobrevivió al atropello, fue llevado en condición muy delicada al hospital Carlos Luis Valverde, en San Ramón, de ahí fue trasladado al hospital México, donde permaneció internado hasta que falleció este sábado 11 de noviembre, exactamente un mes después del incidente.
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Mery Parajeles, hermana del tráfico, recordó a Mainor como un hombre con un corazón inmenso y dedicado a su familia, también lo describió como un oficial intachable, que siempre salía a trabajar con mucha pasión y compromiso.
“Él murió amando su trabajo, siempre quiso ser tráfico y ha sido muy duro para nosotros, porque lo embistió una persona borracha, mientras que él solo estaba cumpliendo con su trabajo”, dijo Parajeles.
“Ese día él entró a trabajar a las 10 p. m. porque le tocaba turno de noche y una hora después fue atropellado”.
— Mery Parajeles, hermana de Mainor.
Por este caso el Ministerio Público abrió una investigación contra Gómez por el delito de lesiones gravísimas, pero tras las muerte de Mainor, este podría ser recalificado a homicidio culposo.
Oswaldo Miranda, jefe de la Policía de Tránsito, confirmó que la alcoholemia hecha a Gómez dio resultado positivo de 0.69 milígramos por litro de sangre y según la ley el superar el 0.38 mlg configura el delito de conducción temeraria.
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Sueño cumplido
Mainor, quien era uno de los menores entre sus 12 hermanos, siempre tuvo una fascinación por las patrullas y las motos policiales, curiosamente las que más le gustaban eran las de la Policía de Tránsito, de ahí fue donde nació ese sueño de convertirse en tráfico, para así poder viajar a diario en esos vehículos.
“Me acuerdo que papi nos preguntaba qué queríamos para Navidad y él de 8 o 9 años, decía: ‘Yo quiero una patrulla’. Recuerdo que él tenía patrullas y motos de juguete, también me acuerdo que de chiquitillo se paraba en la acera, ahí en Guanacaste donde vivíamos todos, según él a parar los carros, porque jugaba a que era tráfico”, recordó Mery.
Parajeles no descansó hasta cumplir ese gran sueño y fue así como logró formar parte de la Policía de Tránsito, cuerpo policial en el que trabajó por aproximadamente 25 años. Antes del mortal accidente se encontraba destacado en la delegación de Naranjo, de donde también era vecino.
“Nosotros pensamos que él murió haciendo lo que amaba, pero no estamos de acuerdo con cómo se dio la situación”.
— Mery Parajeles, hermana de Mainor.
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Sentido homenaje
Este domingo compañeros y jefes de Mainor realizaron un sentido homenaje para el tráfico, en el cual también estuvieron presentes los familiares de Parajeles. Dicho acto tuvo lugar en las instalaciones de la Dirección General de Tránsito, en Plaza Víquez.
Mainor fue despedido como todo un héroe, pues sobre su ataúd se colocó la bandera de la Policía de Tránsito, la cual fue entregada a su familia, luego de eso fue cubierto con la bandera de Costa Rica, reconociendo el hecho de que murió en el cumplimiento del deber.
“Ayer (domingo) nosotros veníamos escoltados desde San José, donde le hicieron el homenaje, y yo digo que él murió como un héroe, porque entrando a Naranjo, donde él vivía, la gente se salía de las casas, había personas llorando, incluso hubo un señor que se tocaba el pecho, haciéndonos señas de que él también estaba muy dolido”, contó Mery.
Último adiós
Este lunes, a las 11 a. m., familiares y seres queridos se reunieron en el templo católico Nuestra Señora de las Piedades, en Naranjo, para darle el último adiós a Mainor.
La iglesia se hizo pequeñita por la gran cantidad de personas que llegaron a despedirse de Parajeles, quien era muy querido en esa comunidad por su formar de ser, pues es recordado como un hombre sencillo, de gran corazón e intachable.
“Él prácticamente se quitaba el bocado de la boca para dárselo a otros; como hermano fue excelente y ni se diga como esposo y padre, él amaba muchísimo a su esposa y a su única hija”, dijo su hermana.
La familia de don Mainor aún necesita ayuda para afrontar los costos de su funeral, por lo que si usted desea ayudarlos puede contactar a Mery Parajeles al teléfono 7191-0961, el cual también cuenta con Sinpe Móvil.
En la misa participaron oficiales de la Guardia de Honor del Ministerio de Seguridad Pública, así como compañeros de Mainor, quienes se encargaron de cargar su ataúd. Una vez finalizada la misa, el cuerpo de Parajeles será llevado al camposanto de Naranjo para que su familia le dé el último adiós.
Mery dijo que ella y su familia están muy agradecidos por todo el apoyo que han recibido estos días, pues incluso personas que no conocieron a su hermano les han enviado mensajes de apoyo y solidaridad, los cuales les han dado fuerza para no dejarse vencer por el enorme dolor que sienten.