Tranquila y hasta entre risas, así fue como Ofelia Taitelbaum, exdefensora de los Habitantes, salió de una sala de juicio tras ser condenada a 7,5 años de cárcel por 29 delitos de uso de documento falso, incluso con mucha seguridad dijo que ella no iría a prisión.
Esa declaración, la cual causó sorpresa en muchos, fue dada por Taitelbaum fuera de una de las salas de juicio de los Tribunales del Segundo Circuito Judicial de San José, cuando esta fue abordada por varios medios de comunicación.
“No, a prisión no voy a ir, ya el presidente lo dijo”, dijo la exdefensora de los Habitantes, quien luego empezó a reírse.
Al consultarle por qué decía eso con tanta seguridad, Taitebaum respondió lo siguiente:
“No lo digo con ninguna seguridad, es que me hizo gracia que no lo dije yo, lo dijo el presidente de la República de alguien que no es nada, de una persona que es X, Y y Z, igual que cada uno de nosotros, yo no tengo ninguna importancia realmente”, mencionó.
A la exjerarca también se le consultó si se arrepentía de algo y simplemente respondió: “¿Me arrepiento? Yo nunca me arrepiento de nada”.
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Taitelbaum también dijo que ella respetaba profundamente a los Tribunales del país y señaló que se debe entender que estos tienen sus responsabilidades y deben cumplirlas.
La Teja consultó a Hugo Navas, abogado de Taitelbaum, sobre las declaraciones que esta dio mencionando a Rodrigo Chaves, presidente de la República, y cuál era el contexto de las mismas.
Según Navas, lo que hizo Taitelbaum fue referirse de forma jocosa a una nota publicada el miércoles por Diario Extra, la cual incluye una declaración de Chaves en la que, al parecer, hace mofa de la Fiscalía por solicitar que se rebajara la pena en contra de la exjerarca y señalando que ella saldría “muerta de risa”.
El caso contra ella inició en el 2018, cuando una costurera de apellido Otárola la denunció debido a que esta usó su nombre para alterar declaraciones de impuestos, al inscribirla como consultora de una empresa ligada a Taitelbaum.
La costurera nunca tuvo relación laboral ni económica con la exfuncionaria pública ni con sus empresas. Ellas se habían conocido cuando Otárola vivía en un precario en Pavas y Taitelbaum era viceministra de Vivienda.