El exsacerdote Mauricio Víquez se sentará este lunes 24 de enero ante los jueces del Tribunal Penal de Desamparados como sospechoso de cometer abusos sexuales contra un menor de edad.
Para el debate han sido citadas nueve personas que darán su testimonio sobre los hechos.
El juicio contará con estrictas medidas sanitarias debido a la situación que vive el país con el covid-19 y arrancará a las 8 de la mañana, en la sala 1 con un aforo del 50 por ciento, por lo que obviamente la prioridad la tendrán los abogados defensores y los representantes del Ministerio Público.
El tribunal estará integrado por los jueces Willy Escalante, Luis Alberto Venegas y Henry Castro.
Al parecer, el primero en declarar será el supuesto afectado, quien solicitará a los jueces hacerlo de forma privada. Se trata de un joven que denunció su caso en octubre del 2018.
Cuando los hechos ocurrieron el afectado era menor de edad y monaguillo en la parroquia San Juan Bautista en Patarrá de Desamparados.
La Teja conversó en noviembre del 2018 con el afectado quien contó: Yo a Mauricio Víquez lo conocí en el año noventa y seis, yo tenía doce años, fui uno de los primeros monaguillos en la parroquia de Patarrá cuando él entró como párroco. En esa época yo sufría mucho bullying en la escuela, entonces me metía en la iglesia para refugiarme. Al principio todo fue bonito, lo único extraño de Víquez fue que impuso que los monaguillos solo podían ser hombres, pero era un padre con muy buena reputación y nadie sospechó. Él primero analiza a las personas, se supo aprovechar de mi situación de vulnerabilidad al presentarse como un protector. Además yo era humilde y cuando nos llevaba a un restaurante a comer era la gran maravilla.
“Pero un año después empezaron los abusos”, comentó
Él cuenta que todo inició con frases como: “Somos amigos y tenemos confianza, ¿cómo estás con esto de la pubertad? ¿Ya tenés pelitos? Eso no es nada malo, somos hombres, no es nada que no haya visto antes, enséñeme”.
Según el afectado, después de eso se dieron los tocamientos y los abusos.
Aunque Víquez tenía tres denuncias más en su contra, el Tribunal Penal de Desamparados indicó que ya estaban prescritas.
Víquez salió del país el 7 de enero del 2019 luego de enterarse de la denuncia penal de Alvarado.
El OIJ encontró a Víquez en México luego de rastrear el celular que usó para crear varios perfiles falsos en redes sociales que usaba para seguir en contacto con sus allegados en Costa Rica.
El 18 de agosto del 2019 fue capturado por las autoridades mexicanas en San Nicolás de los Garza, Monterrey, en el estado de Nuevo León.
Luego de permanecer un año y nueves meses detenido en México fue extraditado a Costa Rica el jueves 6 de mayo del 2020.