Un amor verdadero fue el que vivieron Alondra Murillo, de 20 años y su esposo Juan Diego Quirós Lamas, de 24 años, siempre fueron muy unidos y lucharon contra todo, hasta que un fatal accidente los separó en cuerpo, aunque seguramente no el alma.

Ellos eran vecinos, siempre hubo atracción, pero cuando Alondra tenía 15 años y él casi 20, se declararon ese amor, la familia de la muchacha se opuso, porque ella era menor de edad.

Sin embargo estos jóvenes siguieron luchando hasta jurar amor eterno frente a Dios, el destino les permitió cumplir ese sueño, pero el mismo se encargó de separlos debido a un violento accidente de tránsito.

Yorleny Durán, mamá de Alondra, le contó a La Teja parte de esos detalles de lo que fue testigo como suegra de Juan Diego.

“Él era un chico del pueblo, lo conocíamos desde siempre y la historia de amor con mi hija inició cuando ella tenía 15 años, fueron pleitos de ambas familias para que la relación se terminara porque él era mayor y ella era menor de edad.

“Mi hija luchó por el amor de él, hasta que la familia lo aceptó y se casaron este domingo (17 de diciembre)”, recordó doña Yorleny.

Esta madre recordó que fue su propia hija la que organizó todo lo que quería para su boda, fue un día de alegría para toda la familia.

“Todos estábamos felices porque era la ilusión de los dos, toda la familia se presentó y nos preparamos para ese momento, ella fue valiente en preparar sus cositas, tener todo arreglado, que todo estuviera impecable, fue a traer el queque de bodas en Guayabo de Bagaces para que no se desbaratara...todos celebramos la felicidad de ellos.

“La verdad que me destroza el corazón en recordar la cara de él, su alegría, pedía que en todas las fotos salieran los anillos, ahora solo nos quedan los recuerdos, que son muy bonitos, pero que nos crucifican a la misma vez”, manifestó la suegra.

El fatal accidente ocurrió en plena luna de miel del matrimonio, tan solo cuatro días después de la ceremonia, la mañana del jueves 21 de diciembre anterior en San Bernardo de Bagaces, Guanacaste.

Juan Diego trabajaba en el hotel Río Perdido que está en esta misma comunidad, al parecer trabajaba como guía turístico.

Un carro lo impactó de frente en una vuelta, para los allegados de Alondra se trató de una imprudencia de parte del conductor del carro porque en apariencia fue quien le invadió el carril, sin embargo lo dejan todo en manos de las autoridades.

“Cuando íbamos camino al accidente mi hija me dijo: ‘mami yo lo elegí a él para toda la vida y ¿qué voy hacer ahora?”, manifestó con lágrimas esta suegra.

Despedida

Este mismo viernes 22 de diciembre, Alondra andaba buscando el cuerpo de su esposo en la morgue, ahora como viuda se encargaba de despedir a su amado.

Incluso en redes sociales no dejó de informar sobre la vela y los funerales que le hicieron este sábado 23 de diciembre.

Las últimas fotos han sido del día de su matrimonio y de Juan Diego, ella en medio de su dolor no ha dejado de expresar todo el amor que le tenía.

“Mi eterno amor. ¡Te amé, te amo y te voy amar el resto de mi vida!, ¡Dios nos unió, él decidió llevarte y él mismo me va a consolar ahora que tú te me fuiste mi vida!”, escribió en redes sociales.

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Juan Diego era el hijo mayor de su familia y era quien le daba alegría a su familia, además de sus hermanos.

De acuerdo con el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la pareja se casó el 19 de setiembre anterior, sin embargo la ceremonia cristiana la tuvieron hasta este domingo 17 de diciembre, sin saber que ese momento sería la despedida para esta pareja.

El Instituto Nacional de Seguros (INS), contabilizaba 32.359 accidentes de tránsito, siendo setiembre y octubre los meses que más accidentes registraron, de acuerdo con las estadísticas de esta institución cada 15 minutos se registran percances en carretera.

Hasta este miércoles 13 de diciembre se contabilizaban 479 personas fallecidas en accidentes de tránsito, para estas fechas de vacaciones siempre ocurren fatalidades en carretera, las autoridades piden respetar los límites de velocidad y evitar que las estadísticas aumenten, dejando más dolor en las familias.