La madrugada del 4 de octubre del 2010, Jorge Mario Umaña Muñoz fue a dejar a una amiga a Cuatro Reinas de Tibás, luego de que compartieron en su casa con amigos una noche de videojuegos, de rugir motores y de películas.
Fue una velada como tantas otros, donde todo giraba alrededor de Tuky, un experto en sistemas de compu, un fiebrazo de juegos de video y amante de la velocidad.
Aquella noche se ofreció a llevar a su amiga. El vivía en Los Colegios de Moravia y emprendió camino.
Cuando regresaba, fue interceptado por cuatro sujetos con quienes conversó, según consta en el acta oficial. En un momento se oyó una detonación y Tuky huyó a toda velocidad hasta chocar con un poste; sin embargo, al chocar ya estaba muerto.
La madre, Marjorie Muñoz sostiene que su hijo iba a ser asaltado, Tuky quiso escapar y le dispararon, con tan mala suerte que la bala lo alcanzó y se incrustó en el pulmón y en el corazón. Luego del impacto duró 15 segundos con vida, según explicó su mamá.
Hubo cuatro sospechosos, pero según el fallo, no hubo pruebas vinculantes contundentes. La madre quedó decepcionada del sistema judicial de Costa Rica.