EscucharLa fiscal Karen Valverde pidió al Tribunal Penal de Cartago, este jueves, que el sospechoso de matar a su pareja e hija reciba una condena de 88 años de cárcel.
Un hombre de apellidos Ríos Garro es el acusado de asesinar a su esposa, Fernanda Sánchez, de 31 años, y a la hija de ambos, Raisha Ríos, de 12. Los hechos ocurrieron el 30 de julio del 2020, en La Virgen de San Pablo, en León Cortés.
“La Unidad de Capacitación y Supervisión (UCS) del Ministerio Público solicitó 88 años y cuatro meses de prisión en contra de un hombre de apellido Ríos, quien fue acusado como sospechoso de cometer los delitos de femicidio, homicidio, incendio, restricción a la autodeterminación y denuncia calumniosa, hechos cometidos en perjuicio de su esposa e hija”, detalló el Ministerio Público.
La fiscal aseguró que los crímenes de mamá e hija fueron parte del ciclo de violencia que Ríos aparentemente ejercía sobre ellas.
Por femicidio, la fiscal pidió 35 años, por el homicidio calificado de su hija serían 35 años más, siete años por incendio, cinco años y cuatro meses por restricción a la autodeterminación y seis años por denuncia calumniosa.
Fernanda supuestamente quería dejar al hombre para que ya no la agrediera más, lo que él al parecer no permitía.
Según explicó la fiscal cuando el juicio arrancó, días antes del crimen, las discusiones entre ambos empezaron a hacerse más frecuentes, el sospechoso quería que dividieran la casa, pero Fernanda no aceptó porque ella creía que eso se prestaría para que el hombre metiera mujeres en la vivienda con fines sexuales.
Fernanda, además, aparentemente debía escuchar sus amenazas, que la iba a echar de la casa y se iba a quedar con la hija de ambos.
Según la acusación, Ríos buscó a un menor de edad para que lo ayudara y juntos darle un susto a Raisha, por lo que el día del asesinato lo citó en la casa, él pensaba que su hija no iba a estar.
El muchacho no quería, pero el hombre aparentemente lo habría amenazado con que si no le ayudaba, su familia iba a pagar las consecuencias, por lo que ese día tenía que llegar.
La fiscal explicó que el sospechoso llevó al menor a la casa porque su plan, al parecer, era echarle la culpa del asesinato.
“El joven se quedó en una galera cerca de una chanchera, mientras que Ríos agarró un objeto contuso y se colocó detrás de la puerta de la cocina, sin que Fernanda lo pudiera observar y de manera casi inmediata la golpeó varias veces en la cabeza, hasta provocarle la muerte”, dice la acusación.
Raisha se estaba bañando cuando aparentemente su papá habría agarrado a golpes a su mamita hasta matarla.
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Supuestamente, la pequeña habría gritado: ¡No papi!, y en ese momento él habría atacado a la niña quitándole la vida para no dejar testigos.
“Se presume que, para ocultar el delito y procurar impunidad, el imputado prendió fuego a la casa donde vivía”, señaló la fiscalía.
Aún falta que la defensa presente sus conclusiones y será después de eso que se fije la fecha de la lectura de la sentencia.
