Un niño de 11 años y una niña de 2 años, miembros de la familia de la cual asesinaron el domingo a dos hijas y a su madre en Carrandí de Matina, reciben atención psicológica por parte del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Esto lo confirmó la Unidad Regional de Atención Inmediata (URAI) de la Región Huetar Caribe por medio de la oficina de prensa.
Agregaron desde la institución que los niños quedaron bajo la responsabilidad de otros familiares. Además se coordinó con el Hospital Tony Facio, de Limón, y la Caja Costarricense de Seguro Social para las atenciones de los menores de edad.
Las víctimas del ataque son la nicaragüense con residencia costarricense Mayra Raquel Pérez Mena, de 40 años, y sus hijas Josselyn Solórzano Pérez, de 24 años, y Michelle Daniela Montes Pérez, de 14 años y quien llegaría a los 15 este 20 de febrero.
El niño de 11 años era el hijo menor de Mayra y la pequeña de 2 años era la única hija de Josselyn.
Los pequeñitos se habrían salvado porque el chiquito agarró a la bebé y, en apariencia, se metieron debajo de una cama al percatarse del ataque dentro de la casa.
La psicóloga María Ester Flores explica que que la terapia que probablemente llevarán estos pequeños deberá ser muy respetuosa y lenta.
“Hay que respetar las cinco pasos del duelo, que son el shock, la negación, la ira, el dolor y la aceptación del dolor. De por vida deberán tener un apoyo de terapia psicológica y espiritual para que no queden llenos de odio, ni temor o rencor; también debe de haber apoyo social para no ser señalados ni marginados por el evento tan traumático de la familia”, explicó Flores.
El ataque a las tres mujeres ocurrió a las 8:30 de la mañana de este domingo 14 de febrero en la urbanización La Flor, en una zona conocida como Gallo Manso
Ese mismo domingo, a las 4 de la tarde, la pequeñita de 2 años iba a ser bautizada, por lo cual la familia se preparaba para la ceremonia.
Ayuda para el funeral
Daniel Raudez Mena, hermano de Raquel por parte de mamá, contó que él vive en Siquirres y allá estaba cuando le informaron lo que había pasado.
La familia informó que necesita ayuda para los gastos funerarios pues, de acuerdo con Raudez, la están viendo difícil para despedir a tres sus parientes.
“Es más de un millón lo que tenemos que cancelar, en el pueblo donde vive mi hermana dijeron que recogerían plata, pero de momento no sé si lo hicieron, cualquier ayuda es de bien”, dijo.
Sostuvo que él se dedica a trabajar en bananeras, igual que los demás familiares, y por eso los recursos son limitados.
Mayra Raquel se dedicaba a venderles comida a empleados de las bananeras.
A los allegados de Josselyn les llamó la atención que unas de las últimas publicaciones que hizo ella en redes sociales fue compartir una foto de un ataúd con la frase “El día que esté aquí, ya no molestaré ni haré enojar a nadie”.
Josselyn tenía seis años de casada.
Andrea Sánchez, amiga de las víctimas, manifestó por medio de Facebook la tristeza por las tres muertes tan repentinas y contó que a Josselyn le encantaba el fútbol.
“Muy duro saber esta noticia, compañera de fútbol, amiga, muy triste, mi Josselyn Solórzano, ver que ya no estás y a su madre, que para mí fue una excelente persona, qme trataba como hija cada vez que la veía, las voy a extrañar mucho, mis bellas”, escribió.
Michelle, de 14 años, ansiaba que llegara el viernes para su décimoquinto cumpleaños. Para el sábado tenían una fiesta y se supo que estaban haciendo un rancho cerca de la casa para festejar.
Trascendió que en la cárcel de Limón, un hijo de Mayra de 21 años descuenta cuatro años de prisión por un robo. Saldría en enero del 2022.
Las autoridades no han detallado las posibles causas de los asesinatos.