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El niño de 12 años que falleció de forma trágica al chocar su bicicleta contra un tráiler iba de regreso para la casa, tras haber pasado a un comercio a comprar unos confites.
Así lo contó a La Teja Diego Herrera, jefe de la Policía de Tránsito de la región Huetar Norte, quien aclaró que el niño no murió producto de un atropello, como se había informado preliminarmente, sino que se trató de una colisión.
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“El chiquito venía de comprar unos dulces de un local que esta ahí cerca y se dirigía hacia la casa, estamos hablando de unos 600 metros”, añadió Herrera.
El fatal accidente ocurrió a eso de las 9:50 de la mañana de este martes 18 en Ciudad Quesada de San Carlos, al frente de Reasa, a escasos 100 metros del Walmart.
“Propiamente en una intersección, el chiquito colisionó la parte del contenedor del tráiler, es con la cabeza que golpea el contenedor y es ahí donde pierde la vida en el lugar.
“No se encontraron huellas de frenado por parte de la bicicleta ni del tráiler, que iba muy despacio según versiones, entonces se presume que el niño no logró frenar e impactó el tráiler”, explicó Herrera.
El oficial dijo que tras conversar con el padre del menor se enteró de que el niño apenas tenía dos días de estar en Ciudad Quesada, y que se encontraba en esa localidad porque estuvo acompañando a su papá en una cita médica.
Se supo que a eso del mediodía de este martes el padre y su hijo iban a tomar un bus con rumbo a Santa Rosa de Pocosol, pues en ese lugar es donde el señor trabaja cuidando una finca.
El pequeño, quien era de nacionalidad nicaragüense, tenía menos de un mes de estar en Costa Rica y el próximo 21 de octubre iba a cumplir 13 años.
