Santiago Jiménez, el chiquito de 8 años mordido por una terciopelo en Turrialba, ya despertó y puede hablar un poquito.

Una familiar del menor de edad que prefirió no revelar su nombre, contó que todos en la familia tienen la fe de que Santiago saldrá pronto del hospital de Niños.

“Ya está consciente, cuando despertó reconoció a la mamá y a como pudo le dijo que la amaba. Los médicos dicen que el veneno le dañó los riñones, por eso le están dando tratamiento.

“Gracias a Dios ya le desconectaron las máquinas que tenía, solo le dejaron el oxígeno. Le habían puesto un drenaje en la piernita derecha para ir sacándole la sangre contaminada con el veneno, pero ya este domingo se lo cerraron”, contó la familiar.

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La recuperación del pequeño va tan bien que ya puede comer.

“Le están dando líquidos, el papá le ha estado comprando juguitos. El principal problema que tiene ahorita es el de los riñones, se los están monitoreando por medio de la orina. Aún tiene un poco de veneno en el cuerpo, pero ya han eliminado más del noventa por ciento.

“Santi dice que ya no quiere estar en el hospital, se quiere ir para la casa y esa es una excelente señal de que todo va bien”, agregó la pariente.

Terrible susto

Santi fue atacado por la culebra el lunes 30 de diciembre, cuando estaba de visita en casa de su abuela materna, en Peralta de Turrialba.

Estaba mejengueando con otros chiquitos y en un momento la bola se les fue a una zanja, Santi fue a sacarla y, al parecer, ahí lo mordió la serpiente; sin embargo, ni el niño ni los papás se dieron cuenta ya que nunca vieron el animal y la mordedura parecía un raspón.

Cuando el veneno empezó a hacer efecto en el chiquito los familiares lo llevaron al hospital de Turrialba, pero como no había indicios del ataque de la culebra los papás dijeron que Santi se había torcido el tobillo y como lo tenía hinchado le pusieron un yeso (por si se trabaja de un esguince leve), luego lo mandaron para la casa.

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El martes y el miércoles siguientes lo llevaron de nuevo al hospital William Allen y, según contó Zianne López, directora interina del centro, los médicos le preguntaron varias veces a los familiares del chiquito si estaban seguros de que no había sido mordido por una culebra y en todo momento dijeron que no se trataba de una mordedura.

Como Santi seguía empeorando lo mandaron al hospital de Niños, donde empezaron a tratarlo por una mordedura de culebra.

Al abuelo del niño se le metió la espinita y pensó que si realmente había sido un animal así el que lo había atacado debía estar cerca y al revisar los alrededores de la casa encontró la terciopelo y la mató.

Santiago estuvo varios días inconsciente en la Uunidad de Cuidados Intensivos del hospital, pero desde el fin de semana la mejoría ha sido mucha.

Mucho cuidado

El Cuerpo de Bomberos reporta que en lo que va del 2020 ha atendido 40 incidentes con culebras en todo el país.

Para evitar emergencias los rescatistas le piden a la gente mantener el zacate de los jardines bajito y los alrededores de las casas sin basura para evitar que las serpientes se escondan en los patios.

Bomberos dice que en los últimos años han ido en aumento los incidentes por culebras debido a que cada vez las personas invaden más en el hábitat de estos animales. En el 2018 se reportaron 5 mil emergencias de este tipo, mientras que el en 2019 subieron a 6 mil.