Un niño de seis años está grave al ser mordido por una serpiente terciopelo, la terrible situación ocurrió en El Carmen de Cutris, en San Carlos, Alajuela.
Esta zona es muy alejada, queda aproximadamente a cuatro kilómetros del río San Juan, frontera con Nicaragua.
El pequeño, en apariencia, fue mordido dos veces por el réptil en una de sus piernas, se desconoce si fue la misma serpiente o si había dos en el sitio.
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Alexander Morales, de la central de la Cruz Roja, afirmó que la alerta la recibieron a las 8:11 p.m., de este sábado 2 de diciembre; sin embargo versiones no oficiales señalan que el menor habría sufrido las mordeduras a las 5 p.m. de ese día.
Se desconocen las circunstancias en las que se dio esta situación.
La más peligrosa
Rodolfo Vargas, biólogo regente del Refugio Animal de Costa Rica, ha explicado en La Teja que en el país hay 24 especies de serpientes venenosas y, de esas, la terciopelo es la más peligrosa.
“Es una serpiente bastante grande, el tamaño promedio es de un metro con veinte centímetros, además, a la hora de morder inyecta mucho veneno, comparada con una mata buey no es tan fuerte, pero la cantidad que inyecta hace que la reacción sea muy fuerte.
“El veneno de la terciopelo destruye tejido muscular, nervioso y si llega al hueso puede provocar una infección y por esa razón los doctores deciden amputar”, detalló.
Recordó que no es recomendable hacer un torniquete luego de un ataque de culebra.
“Al no correr la sangre de manera natural, el veneno se encapsula en algún lugar con el torniquete y la secuela será mucho mayor porque habrá una mayor afección, lo más recomendable es tranquilizar a la persona y llevarla a un centro médico lo antes posible”.
En verano, las terciopelos se reúnen en ríos y quebradas, sobre todo en el Pacífico central y sur, porque las culebras se alimentan de sapos y ratones, así como de otros animales que llegan a tomar agua a esos sitios.