Tal y como sucede en algunos supermercados, donde regalan muestras de un producto para convencer a los clientes de comprarlo, así es como operan varios vendedores de droga, quienes regalan dosis de sus “productos” para conseguir nuevos clientes.
Lo más preocupante de esta situación es que dichos delincuentes aplican esa estrategia con una población muy susceptible, como lo son los jóvenes.
Así lo explicó Fernando Arguedas Rojas, fiscal adjunto de San Ramón, quien indicó que este es uno de los daños a nivel social que está provocando el narcomenudeo, el cual consiste en la actividad ilícita de comercializar sustancias prohibidas en pequeñas cantidades.
“Hemos encontrado que estas personas incluso han reglado dosis a personas jóvenes o menores de edad para que adquieran el gusto por la droga, reclutarlos como clientes y, entonces sí, empezar a venderles”, dijo.
Según el fiscal, por esta misma situación es usual que los delincuentes pongan sus puntos de venta cerca de escuelas o colegios, ya que una de sus tácticas es acercarse a personas jóvenes, en condición de vulnerabilidad, para ofrecerles los estupefacientes.
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Arguedas señaló que los narcos suelen ofrecer drogas como marihuana, crack y cocaína, las cuales, apuntó, son altamente adictivas y, además, son relativamente accesibles por su precio, lo que propicia el consumo.
También dijo que otro problema a consecuencia del narcomenudeo es el aumento de la violencia en las comunidades, principalmente por enfrentamientos entre grupos que luchan por apoderarse o mantener un territorio para la venta de drogas.
“Las modalidades en que operan incluyen la venta en casas de habitación, en modalidad exprés, utilizando un vehículo automotor o una motocicleta, o en lugares dedicados al expendio y al consumo, lo que se conoce como búnkeres, donde las personas llegan a adquirir la droga e incluso duermen ahí mismo”, explicó.
Si usted conoce de alguna persona que se esté dedicando al narcomenudeo en su comunidad puede denunciarla de forma confidencial a la línea del OIJ 800-8000-645 o a la de la Policía de Control de Drogas: 1176.