Daisy Quesada López, de 30 años, será recordada como un “ángel” por muchas personas que la conocieron, ella falleció cuando viajaba en una moto y fue golpeada por un carro que era conducido por otra mujer en Sarapiquí.
Quesada murió el pasado lunes 26 de junio, en la conocida “recta de la muerte”, en Horquetas de Sarapiquí.
La motociclista iba a doblar en una intersección, pero tras poner la direccional, fue golpeada por el carro. Aunque hay versiones que indican que la conductora del carro adelantó y no vio a Quesada, todavía las circunstancias en las que se dio el accidente están en investigación por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Mary Quesada, hermana de Daisy, nos contó que la noticia ha sido desgarradora para ella y su familia, incluso confiesa que no ha podido llorar porque se siente en shock, como si la muerte de su hermana menor fuera solo un sueño.
“Mi hermana iba en ese momento para el trabajo, ella es cajera en un supermercado en Horquetas de Sarapiquí. Cuando me llamaron me fui con mi mamá, fue muy impactante llegar y verla ahí tirada, nos dijeron que estaba fallecida, incluso pedimos a la policía que nos dejara poner una sombrilla para tapar el cuerpo porque había un sol muy fuerte y no nos dejaron, nos hablaron muy feo, mi hermana hasta sufrió quemaduras en la cara, un brazo y en el pecho”, dijo Mary.
Está hermana asegura que ella y su familia se han sentido muy conmovidos porque cuando se dio el accidente, muchas personas se acercaron al sitio y les contaron lo especial que era Daisy y que para muchos era un ángel en sus vidas.
“Muchas personas del pueblo se nos acercaron y nos contaron que mi hermana siempre les daba pan y jugo. Una de ellas llegó toda mojada y nos dijo que si no se bañaba, mi hermana no le daba desayuno, me dice: ‘Aunque ella no esté, yo me baño’. Una chiquita que llegaba al súper nos contó que siempre le daba un chocolatito, ella era muy especial con los niños de la escuela”, dijo la hermana.
“Otra señora estaba muy afectada, ella pasaba por el súper mi hermana y le gritaba que le guardara café y ella pasaba y compartía. Nos llenaron el corazón de comentarios bonitos, nosotras éramos muy cercanas, pero yo no sabía mucho sobre el ambiente de su trabajo, ella bendecía a los que pudiera, tenía una gran sonrisa para todos”.
Mary cuenta que su hermana era muy puntual, incluso entraba a a las 12 y el choque ocurrió a las 11:13 de la mañana. Ese día no le tocaba trabajar, pero cambió el turno para hacerle el favor a un compañero.
“Ella era extrovertida, se apuntaba a todo siempre, era muy servicial y si a alguna persona le pasaba algo ella ofrecía su ayuda.Ella vivió su vida a su manera, era amante de los carros, los caballos, y las motos y se desarrolló en todo eso, no puedo decir que le quedara un sueño inconcluso, por lo menos que nos dijera”, recordó.
Daisy cumplió años el pasado 21 de junio, su papá también cumple el mismo día, y su hermana lo celebra la otra semana, por eso este viernes iban a festejarles a los tres.
La víctima se había cortado el pelo porque sufría de alopecia y le contó a su hermana que no quería que se burlaran de ella.
“Yo le decía: ‘Si a usted le gusta no tiene porque sentirse mal’, me mando fotos del proceso cuando quedó rapada, me dijo: ‘Flaca, no me veo tan mal’. Hace poco se cortó más porque ya le estaba saliendo”, contó.
En la casa de la familia Quesada no saben qué harán para poder seguir viviendo sin las explosivas carcajadas de Daisy y el amor que no solo le daba a ellos sino también a su esposo. Incluso, le había dicho a su hermana que si un día ella moría, que mejor sacaran el vino y que no lloraran, que ella no quería eso.
“En algún momento me dijo: ‘Si yo llego a fallecer en carretera sepa que me fui feliz, en lo que a mi me gustaba’”, recordó Mary, quien comentó que varias postales de Harry Potter y Stich acompañaban a Daisy pues las tenía pegadas en su moto, a la que le decían “La Zopilota”.
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Aunque no tuvo hijos, sus dos hijastros lo eran y ellos la querían mucho, cada vez que podía iba a verlos jugar en los partidos y se caracterizaba por los gritos que pegaba para apoyarlos.
La hermana asegura que ella anhela los momento que la veía andar en bicicleta, sobre todo los miércoles que eran sus días libres y se ponía medias con diseños locos que le encantaban.