El misterio rodeaba la desaparición de una viejita de La Carpio, en La Uruca. Agentes del OIJ excavaron este martes en la propiedad donde sospecharon que estaba enterrada y así fue.
La señora a la que buscaban es Vilma Ramona Ledezma Garita, de 85 años y quien según vecinos tenía muchos años de vivir allí.
La encontraron en un hueco de unos 5 metros de profundidad. El OIJ debió llevar una retroexcavadora para escarbar pues había cemento.
El mal olor era muy fuerte.
Doña Vilma fue definida como una señora amable y conversadora. Algunos lugareños aseguran que siempre la veían salir de la vivienda o pasar el rato sentadita afuera; sin embargo, les extrañó que en los últimos días de Navidad y en lo que va del año no la habían visto.
Ledezma estaba casada con un nicaragüense de 30 años que, al parecer, fue inquilino de ella. Tenían seis años de matrimonio, pero los vecinos tampoco saben nada del hombre desde el10 de enero.
El OIJ y la Policía local de La Carpio recibieron una denuncia según la cual la señora estaba desaparecida y desde la noche del lunes habían oficiales custodiando la casa.
Los investigadores recibieron la orden del juez la mañana de este martes y allanaron. Llevaron perros entrenados y uno de los perros dio positivo, es decir, indicó que en una parte de la casa había rastros humanos. Poco después los agentes empezaron a volar pala.
Un vecino de la señora también denunció la desaparición ante las autoridades. La Teja conversó con él este martes, pero pidió mantenerse en el anonimato.
“Doña Vilma es una señora muy mayorcita, mi esposa y yo la conocemos desde hace como año y medio y a veces le llevábamos un gallito.
"Como uno la ve mayor y solita le da mucho pesar, ella vive con el esposo, pero la verdad él no la trataba muy bien, él era quien mandaba en la casa. Ella en algún momento me dijo que le tenía miedo, por eso cuando no la vimos más nos preocupó, sabíamos que algo andaba mal”, dijo el vecino.
El hombre asegura que unos ocho días antes de Navidad él vio a cuatro hombres haciendo un hueco profundo en uno de los cuartos de la casa, pero en ese momento no supo la razón.
Afirma que les preguntó cuánto cobraban por hacer un trabajo así de sacar tierra y le dijeron que ¢10 mil por metro. Ese hueco, según trascendió este martes, estaba tapado con una alfombra.
“Era un hueco como de tres metros de profundidad, después de eso, el 23 de diciembre fue el último día que vimos a la viejita. Estaba sentadita en la casa, pero empezaron a pasar los días y nadie sabía nada.
"Nos agarró una gran angustia, le preguntamos a una familiar de ella, lo que pasa es que ellos venían poco a verla y nadie sabía nada, lo extraño para nosotros es que ella no se hubiera ido ni de paseo sin avisar que iba a dejar la casa sola, el esposo no decía nada”, dijo.
El testigo avisó a uno de los hijos de la señora para que pusiera la denuncia.
¿Dónde está?
“Doña Vilma es una persona querida por todos y, la verdad, esperamos tener noticias pronto porque en la comunidad nos sentimos angustiados por ella”, dijo el mismo vecino.
Una vecina de apellido Mora aseguró que a ella le extrañó ver que estaban vendiendo la casa de doña Vilma y que no se sabía nada de ella.
“Fíjese que lo que se sabe es que le habían dado ¢500 mil de adelanto, eso por lo menos era lo que se decía, pero doña Vilma siempre decía, desde que yo era más joven, que a ella de esa casa solo la iban a sacar muerta, que ella no la iba a vender ni iba a permitir que nadie se la quitara.
Los familiares de doña Vilma se mantuvieron en las afueras de la casa mientras los agentes paleaban no solo adentro sino también en las afueras.
Se le consultó al OIJ sobre el trabajo que realizaron en la vivienda e indicó, por medio de la oficina de prensa, “ingresó una información confidencial de que había un cuerpo enterrado en el lugar, pero de momento no se ha sido localizado nada”.