Una guerra entre dos bandas narco de Cartago habría sido el motivo por el cual Yukensy Quesada Moya, de 24 años, perdió la vida de un balazo en la cabeza.
Sin embargo, el ataque no iría dirigido hacia ella sino contra su novio, un hombre de apellidos Elizondo Elizondo, quien es el presunto líder de una de estas organizaciones.
El hecho ocurrió el pasado sábado en Caballo Blanco de Cartago, cuando dos gatilleros agarraron a plomazos el carro en el que viajaba la pareja junto a un hijo de Elizondo y una amiguita del chiquito, ambos de 6 años.
Por el balazo que recibió en la cabeza Yukensy los doctores le declararon muerte neurológica, su condición fue empeorando hasta que finalmente falleció la madrugada de este lunes en el hospital Max Peralta de Cartago.
Novio detenido
En relación con este caso, el OIJ realizó la mañana de este lunes 19 allanamientos en la provincia de Cartago, específicamente en Orosi, Birrisito, Llanos de Santa Lucía y Oreamuno.
Sin embargo, el operativo no tenía como fin la captura de los gatilleros, más bien se llevó a cabo para detener al novio de la mujer y a 15 miembros de su banda, quienes ya eran investigados por el OIJ desde antes del homicidio.
Se trató de conocer la identidad de los detenidos, pero en horas de la tarde de este lunes el OIJ solo había indicado de que se trataba de 13 hombres y 2 mujeres.
Wálter Espinoza, director del OIJ, explicó que la banda de Elizondo, quien era conocido como “el dueño de Llanos”, era una de las más poderosas y violentas en la Ciudad de las Brumas.
“Es una organización que había monopolizado la venta de drogas tipo crack y marihuana en el centro de Cartago, que tenía búnkeres en varios lugares de la provincia, pero que se había apoderado con mucha fuerza de Llanos de Santa Lucía”, detalló.
Bien organizados
Espinoza señaló que la banda estaba bien organizada, pues existían niveles de jerarquía y cada miembro tenía su rol, pues unos se encargaban de administrar los búnkeres, otros de recoger la plata y otros de prestar el nombre para comprar bienes y así “lavar” el dinero que obtenían de las drogas.
Esta organización criminal también se caracterizaba por actuar con mucha violencia para poner en raya a sus rivales.
“Hasta este momento hemos decomisado veinticinco armas de fuego que utilizaba la banda para la protección de su actividad y para mantener el monopolio ante el evento de que otro grupo pretendiera invadir su zona”, añadió Espinoza.
Además de las armas, durante los allanamientos los investigadores decomisaron dinero en efectivo y dosis de crack y marihuana, las cuales todavía estaban siendo contadas.
La Policía Judicial indicó que con la captura de la banda ahora centrarán sus esfuerzos en detener a los sujetos que acabaron con la vida de Yukensy.