Con la llegada de las lluvias, las serpientes tienden a verse más porque buscan lugares cálidos y lamentablemente algunas de estas muerden a las personas al sentirse amenazadas.
En las últimas horas, los Bomberos han atendido alertas por amenazas de serpientes y la Cruz Roja llevó a dos personas mordidas por serpientes al hospital.
El hecho más reciente es el de un adolescente, de 14 años, quien fue mordido en Arenal Viejo de Tronadora de Tilarán, en Guanacaste.
Johnny Zamora, de la Central de la Cruz Roja, dijo que el adolescente fue llevado en condición delicada a la clínica de la localidad.
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Este miércoles, pero a las 11:46 p.m., se registró otro mordido por serpiente en La Guácima de Alajuela. La víctima en este caso es un hombre, de 42 años, a quien trasladaron en condición delicada al hospital San Rafael de Alajuela.
En ninguno de los casos se informó qué tipo de serpiente los mordió.
El herpetólogo Rodolfo Vargas del Refugio Animal de Costa Rica afirmó que la época de transición de seco a lluvioso es un detonante para que las personas tengan más posibilidades de encontrarse con una serpiente.
“A las serpientes se les inundan sus refugios, se fueron en un río y salieron en algún lugar que no conocían, buscan zonas más cálidas con mayor cantidad de alimentos porque hay mayor cantidad de anfibios y ratones, por lo que esta época es para tener mayor cuidado y observar mejor nuestros alrededores”, señaló.
Afirmó que en Costa Rica hay 144 especies de serpientes, de las cuales solo 24 son venenosas y citó que la terciopelo es la que más mordeduras produce al año.
“La mayoría de serpientes que las personas van a observar son no venenosas, pero si una persona resulta mordida y tiene mucho dolor y sangrado se puede tratar de una serpiente venenosa, lo más importante es tratar de guardar la calma, no agitarse y buscar lo más rápido posible a un centro médico”, manifestó.
Vargas concluyó señalando que la cascabel y la mata buey son serpientes de gran tamaño y muy venenosas, pero no hay tantos reportes de mordeduras por parte de estas. Por lo general, la mayoría de mordeduras son de la terciopelo, la bocaracá y la lora venenosa, porque son las más comunes y toleran más los ambientes donde viven los humanos.