Sucesos

Monto del recibo de la luz detonó una tragedia familiar que terminó con un doloroso asesinato

Mamá de seis hijos fue asesinada de un balazo en el pecho

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recibo de luz
El elevado monto del recibo de la luz provocó que se detonara una tragedia. (Cortesia)

El monto del recibo de luz terminó de desatar una tragedia, en la que un hombre asesinó a su esposa luego de una intensa pelea.

El pasado viernes 4 de octubre, otro hecho violento y sangriento conmovió el país cuando, supuestamente, un sujeto de apellido Johnson asesinó a puñaladas a su esposa Rebeca Castillo, de 34 años, en la casa en que ambos vivían en Villa Bonita de Llanos de Santa Lucía en Paraíso de Cartago.

El hombre la habría matado frente a sus hijos de 1 y 4 años, y luego se habría dirigido en su bicicleta a la casa de su suegra en la misma comunidad. Una vez allí le pidió un vaso de agua, le preguntó a la señora por Rebeca y, aparentemente, la hirió de 30 puñaladas.

Rebeca Castillo, de 34 años y su mamá Flory Hernández Calderón, de 57 años. Foto: Silvia Coto
Rebeca Castillo, de 34 años y su mamá Flory Hernández Calderón, de 57 años. Foto: Silvia Coto

Doña Flory sigue luchando por recuperarse de las heridas, y el sospechoso por ahora, estáx zefw descontando prisión preventiva.

Un hombre asesinó a su esposa e intentó matar a su suegra en Paraíso de Cartago.
El 4 de octubre otra mujer murió a manos de su esposo Foto: Albert Marín (Albert Marín)

Si esa tragedia le conmovió, le vamos a contar otro caso que también consternó al país. Se trata del homicidio de Lilia Chavarría, de 34 años.

Ella murió a manos de su esposo el miércoles 20 de octubre de 1993, en la casa en que la familia vivía en Guachipelín de Escazú.

En aquel entonces, el delito fue un homicidio calificado, porque no existía en la ley el delito de femicidio. Este se tipificó hasta el año 2007 por la cantidad de mujeres a las que sus parejas les han arrebatado sus vidas.

Lilia era madre de seis hijos, el más pequeño apenas tenía dos meses. Ella tenía 13 años de vivir con un hombre de apellido Segura, quien era el padre de sus pequeños.

Una familiar de Chavarría, nos contó cómo la tragedia que tuvieron que vivir afectó a su familia; sin embargo, ella nos pidió no ser identificada.

“Ella era una mujer muy especial para todos nosotros, amaba mucho a sus hijos, y se dedicaba a cuidarlos y a estar pendiente de ellos. Vivía en condiciones muy humildes y aguantaba muchos maltratos, porque no quería que nadie la separara de ellos, pues quería estar por siempre con sus hijos”, dijo.

Aquel 20 de octubre, Segura estaba en la vivienda, había llegado de su trabajo como guarda privado en un edificio de apartamentos en Paseo Colón en San José.

Recibo de la luz provocó la tragedia

Cuando llegó a la casa discutieron por varios minutos, luego la mujer le entregó la factura del recibo de la luz y al ver que el monto era tan alto el hombre se enfureció y se produjo una discusión entre ambos, en la que Segura le reclamaba por qué los recibos siempre venían tan caros.

Esa noche estaba en casa la pareja y sus seis hijos, cuatro de ellos estaban presenciando la discusión entre sus padres.

El sujeto estaba sentando en el sillón de la casa cuando se paró y se fue hasta un armario donde tenía un arma calibre 22, la misma que usaba para trabajar.

Lilia Chavarría fue asesinada por su esposo
Lilia Chavarría fue asesinada por su esposo, está es la última foto que le tomaron en el bautizo de uno de sus hijos. (Cortes)

Segura sacó el arma y apuntó a la mujer; tres de sus hijos estaban cerca de ella, quien al ver que él le iba a disparar le dijo: “no me mates por favor”.

El hombre le disparó a quemarropa en el pecho, cerquita del corazón. El ataque ocurrió en la sala de la vivienda, y ella malherida logró llegar hasta el patio donde falleció.

“Los gritos de los niños fueron los que avisaron que una tragedia había ocurrido. Los pequeños tenían abrazada a su mamá, y él (Segura) estaba ahí cuando un hermano de Lilia llegó para ayudar. Él (Segura) solo le decía amor, amor, amor, pero ya no había nada que hacer por ella, el daño estaba hecho”, recordó la familiar.

El agresor se fue de la casa con el pretexto de que iría a buscar una ambulancia, pero eso no ocurrió.

“Era un verdadero caos, una pesadilla, verla a ella que era una mujer indefensa, ver a sus niños vivir ese dolor, esa desesperación, esos ojitos de miedo y de tristeza. Tres de ellos ya no eran tan pequeños, eran más conscientes, pero la muerte de Lilli los marcó para toda su vida, y la madre de ella sufrió demasiado por su ausencia”, explicó la familiar.

Segura se entregó dos horas después ante la Guardia de Asistencia Rural (GAR), y ahí mismo les dio el arma a los oficiales.

Lilia Chavarría fue asesinada por su esposo
El sospechoso se entregó dos horas después de disparar contra la mujer. (Cortesía)

“Era muy doloroso, lo sigue siendo, en mi mente yo no puedo sacar el recuerdo de sus hijos más pequeños, que aun cuando la familia se preparaba para sepultarla, ellos esperaban a que su mami llegara pronto. Una de ellas no quería ir a ninguna parte, porque decía que estaba esperando a su mamá. Durante tantos años fue muy duro”, manifestó.

La familiar asegura que lo que más les duele es saber que en aquellos años se sintieron ignorados por las autoridades, porque Lilia era víctima de violencia doméstica.

“A ella la preocupaba dejar al hombre ese porque dependían de él para comer, pero ella quería acabar con todas esas agresiones, y varias veces fue y denunció lo que ocurría ante la policía, pero ahora se lo digo con convicción, ellos no le creían o algunos de esos policías normalizaban que la mujer aguantara que su compañero le pegara”, relató.

Desde que estaba con Segura, Lilia recibía fuertes golpizas, los moretes en su cara eran la evidencia; incluso, en algún momento el hombre la agarró a patadas hasta dejarla tirada en el suelo y, según la allegada, un familiar tuvo que intervenir para protegerla.

“Ella vivía sometida, la mamá de ella sufría de pensar que algo le pasara a su hija y todos sus miedos se cumplieron. A ella le tocó empezar con sus nietos, unos niñitos alcanzados por el dolor”, mencionó la mujer.

Al sospechoso le tocó afrontar la justicia el 12 de setiembre de 1994.

En un principio, el hombre aseguró que el arma se había disparado accidentalmente.

“Nunca pensé en hacerle daño”, dijo Segura durante su primera declaración.

Balacera ocurrió poco después del mediodía frente a la escuela de Guachipelín, en Escazú.
El crimen consternó la comunidad de Guachipelín de Escazú. (Foto: captura de video Mundo Escazú)

El abogado del imputado pidió en aquel momento que se le condenara por un homicidio especialmente atenuado, que es cuando el crimen se desencadenó por una situación en la que intervinieron las emociones y así lograr una pena menor.

Sin embargo, sus hijos, quienes en aquel entonces apenas cumplían 11 meses de que les arrebataran a su mami, les tocó ser aún más valientes y declarar lo que vieron ese fatídico día en que su padre le quitó la vida de un disparo.

Ellos llegaron al juicio con apoyo psicológico, luego de perder a su madre y padre por la tragedia que vivieron. Y de hecho, lo narrado por los menores ante los jueces fue clave para que se lograra la condena.

Los jueces del Tribunal Superior Tercero Penal Juan Diego Rojas, María Emilia Solera y Carlos Bossa dictaron 20 años de cárcel contra el hombre.

El hombre descontó la pena de 20 años que le dictó un tribunal. (Gabriela Téllez)

En noviembre de 1994, Segura apeló la sentencia por el testimonio dado por una testigo; sin embargo, los magistrados rechazaron los alegatos planteados y lo declararon sin lugar.

“Él siempre fue hombre violento, hoy, pese a que han pasado 30 años, siempre la vamos a tener en el corazón. Me conmueve cada vez que oigo que asesinaron a una mujer, porque entendemos el dolor por el que esas personas están pasando, hay casos donde la situación fue inesperada y otros en que la violencia se respira y se ve. Si usted puede luche por ayudar a esa mujer que es víctima de agresión, hoy existen más recursos”, dijo la allegada.

El hombre ya descontó la pena por el crimen de la mujer y se mantiene en libertad.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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