Kenneddy Joel Corea Sequeira asegura que está curado de la fiebre por los toros ya que casi pierde el ojo derecho en una monta.
Este joven, de 19 años, permanece internado desde hace una semana en el hospital México y este jueves lo van a operar para ponerle un platina en el hueso del pómulo derecho, el cual tiene fracturado debido al fuerte golpe de uno de los cachos del toro.
Él es vecino de Marbella de Santa Cruz y cuenta que el pasado martes 14 de enero fue por primera vez a las fiestas de ese cantón guanacasteco.
El responsable de dejarlo malherido fue el toro Cascabel, de la finca El Manglar de Mauricio Villalta.
Este muchacho y otro hombre hicieron una monta tipo guape, Kenneddy iba sobre el lomo del animal y el otro agarrado de la nuca.
El toro salió con mucha fuerza y la jugada solo duró seis segundos, ya que Corea sufrió el golpe en su rostro y ambos cayeron a la arena.
“He visto el video y no dejo de sorprenderme por lo fuerte del golpe, pero de eso solo recuerdo que me fui de lado, el cacho me pegó y nada más. Cuando reaccioné estaba internado en el hospital México, perdí la consciencia por unas horas.
“Tenía un montón de mensajes de personas preguntándome si había perdido el ojo, pero gracias a Dios no, aunque el susto fue muy grande porque tuve una herida que tuvieron que coser, además la cara se me hinchó. De momento el dolor no lo siento porque me tienen medicado, pero sé que cuando me dejen de poner los medicamentos la recuperación será dolorosa”, expresó el muchacho.
Asegura que el próximo año podría regresar a las fiestas de Santa Cruz, pero como espectador, nunca más como montador porque salió bastante golpeado.
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Sueña con estudiar
El sobreviviente asegura que desde los 14 años le gusta el mundo taurino.
“Quizás fue por herencia, porque mi papá siendo joven le gustaba montar, pero desde hace tiempo lo dejó, yo lo hacía por diversión, no por dinero, pero quedé traumado por el golpe”, contó.
Dice que su familia se asustó mucho por el accidente y más porque en el pueblo comentaban que perdería el ojo o hasta podría morir.
“Espero no volver a darle a mis seres queridos un susto como este, incluso mi novia me regañó, me decía que lamentablemente hay que escarmentar para evitar hacerlo”, aseguró.
De momento solo tiene el octavo año de cole, pero después de esta segunda oportunidad de vida dijo que desea terminar el colegio o sacar un técnico que le permita tener un buen trabajo
Todavía no sabe qué estudiar, pues lo que quiere es sanar la herida de la cara y las musculares para enfocarse en ayudar a sembrar en la finca que tienen sus papás y luego buscar un lugar donde superarse.
“Ya me quedó claro que esta pasión no me deja nada, solo golpes y muy dolorosos, no quiero volver a tener que revivir todo esto”, manifestó.
Kenneddy concluyó diciendo que guardará como un lindo recuerdo las fotos de las montas que tuvo en fiestas de Paraíso y Paso Hondo de Santa Cruz, en las que se lució, pero en las que no se vio en peligro.