Javier José Zúñiga Gutiérrez, a quien de cariño le decían Negrito, era un apasionado montador de toros, su mayor deseo era convertirse en campeón de su grupo de monta Los Caribeños, un sueño que tenía en la palma de la mano, pero la noche del 25 de noviembre su vida se apagó en un accidente de tránsito.
Don Fabián Solano, uno de los representantes de Los Caribeños de Guáṕiles nos contó un poco sobre el chavalazo que era Negrito y el dolor y la tristeza que han tenido que pasar estos días por la ausencia.
“Él tenía cinco años de estar con nosotros, era un montador de los buenos, buenos de Limón, no había podido ser campeón, pero este año estaba de primero en la tabla de la agrupación, eso lo tenía muy contento, y estaba como siempre, dando lo máximo para lograrlo.
“La última monta en la que participó fue el cinco de noviembre en Valle de La Estrella, yo lo llevé y lo traje, entonces en el camino estuvimos hablando y me decía, ‘patrón, yo quiero ser campeón’ y sabía que lo iba a alcanzar prácticamente”, dijo Solano.
El grupo se fundó en el 2014 y ha crecido demasiado, tiene varios valientes montadores que participan en el Verano Toreado de canal 7 y representan a Guápiles.
“La noticia ha sido muy dura, muy inesperada para todos, él era de ayudar a los compañeros, agradable, siempre era puntual, muy humilde, respetuoso, siempre con mucha disposición, a nivel de monta y de corrida era una persona con mucho respeto por los demás, él había estado en varios grupos de monta”, añadió.
Don Fabián asegura que Javier, de 30 años, era muy querido por los ganaderos, quienes en los últimos días les han extendido su dolor por la muerte del montador.
El Negrito estaba muy contento porque este año lo tenían apuntado para que fuera montador.
“Siempre nos piden algunos muchachos para que vayan a participar, él era uno de ellos, y se nos vino esta tragedia”, dijo Solano.
Javier le había comentado a sus patrones Fabián y Wálter Mora que si lograba llegar a la final de monta, su sueño era montar un torazo.
“El quería montar el toro Pancho Villa, de la Hacienda Rama Blanca, de don Gerardo Retana, ese era el toro”, relató Fabián.
El día del accidente, Javier estaba libre, ese fin de semana sus amigos del grupo no lo vieron porque no hubo toros.
El montador trabajaba como parcelero en una finca bananera en Siquirres.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que el accidente está en investigación.
De momento, lo que se sabe es que Javier manejaba por Cimarrones, sobre la ruta 32, frente a la entrada al antiguo Centro Turístico Antarix.
Iba en moto en compañía de una mujer cuando fueron golpeados por un carro. Javier falleció en el sitio, mientras que la mujer fue llevada al CAIS de Siquirres con lesiones de gravedad.
El montador era padre de dos niñas, de seis y tres añitos, y era vecino de La Perla, de Pacuarito de Siquirres.
Además de trabajar muy duro, y amar los toros, Javier tenía una gran pasión por la pesca.
“Cuando él venía a Guápiles le gustaba irse a pescar con los compañeros, si no había evento, eso era lo que hacían los fines de semana, traía pescado a menudo”, cuenta Fabián.
El grupo de 20 integrantes, contando a los jefes, 15 montadores, puertero, jueces y torero, hoy llora la ausencia de un gran hombre.