Gilberto Ventura Ceballos, dominicano acusado de secuestrar y asesinar a cinco universitarios chinos en Panamá, habría pensado repetir estos macabros crímenes en Costa Rica, para así mantener sus bolsillos llenos.
Ventura, quien usaba documentos falsos con el nombre de Carlos Alberto Aguirre Valencia, fue detenido el pasado 22 de setiembre por el Organismo de Investigación Judicial en Jacó, donde se daba una vida de rey gracias a los negocios que logró montar con los $243 mil (casi ¢140 millones) que obtuvo por los secuestros de los orientales.
Aunque el hombre mantuvo un perfil relativamente bajo durante su estancia en el país, una experta criminóloga propuso la teoría de que Ventura se estaría preparando para volver a cometer sus atroces fechorías.
Así lo explicó Bélgica Bernal, directora del Instituto de Criminología de la Universidad de Panamá, al medio Panamá América, destacando que existían muchas similitudes entre lo que había hecho el dominicano en tierras canaleras y lo que estaba haciendo en Costa Rica.
Empresario buscando socio
Un aspecto que llamó la atención de la experta, es que Ventura ya se había convertido en un empresario en Jacó, donde tenía varios supermercados pequeños, repitiendo así lo que había hecho en el vecino país, cuando inició sus macabros planes de secuestros y asesinatos.
Cuando llegó a Panamá, en el 2008, el dominicano puso un negocio de celulares llamado La Solución, en el distrito de La Chorrera, el cual uso para conocer a varias familias orientales y así raptar a sus hijos.
Por ese modo de operar, es que Bernal no descarta la posibilidad de que Ventura estuviera usando sus negocios en Jacó para seleccionar nuevas víctimas, a las cuales secuestraría para luego cobrar una alta suma de dinero.
Otra situación que también la hace pensar que el bicho se preparaba para cometer nuevos crímenes, es el hecho de que ya se había ganado la confianza de varias personas en la zona, por lo tampoco se descarta que estuviera buscando un nuevo socio delictivo.
Tal y como lo hizo con Alcibíades Méndez en Panamá, quien presuntamente le ayudó en el 2010 a cometer los raptos de los cinco jóvenes. Este socio de Ventura fue quien terminó revelando la ubicación de los cadáveres.
Rasgos criminales
Gerardo Castaing, experto en criminología, coincidió con lo dicho por la canalera, ya que, en su opinión, el dominicano presentaba ciertos rasgos criminales que hacen pensar que podría haber replicado sus crímenes en Costa Rica.
Para Castaing, esta posibilidad se basa en el hecho de que tuvo “éxito” en Panamá, por lo que el hombre tendría la motivación necesaria para intentar salirse con la suya una vez más.
“Si este sujeto tenia un patrón de comportamiento criminal definido en Panamá y de alguna manera tuvo resultados positivos en la obtención de dinero, es posible que al lugar donde él se desplace, sea otra provincia o un país, intente establecer una estructura de funcionamiento similar a la que antes se dio para lograr sus objetivos”, explicó.
El experto indicó que, aunque el dominicano es sospechoso de acabar con la vida de 5 jóvenes y tal vez habría planeado hacer lo mismo en nuestro país, esto no lo haría del todo un psicópata, ya que el bicho no tenía una fijación especifica con las víctimas, sino que él consideraba que esa era la mejor forma de obtener dinero.
Frente a la justicia
Tras ser detenido por el OIJ, el dominicano fue enviado de un solo a Panamá, donde se espera que sea llevado al juicio que lo espera desde diciembre del 2016, cuando se fugó de la cárcel La Joyita.
A Ventura se le acusa por el secuestro y asesinato de Jessenia Loo Kam, Yuon Jian Wu, Samy ZengChen, Joel Liu Wong y Georgina Lee Chen, cuyos cuerpos fueron encontrados dentro de una fosa bajo una casa en el sector de El Trapichito.
Según ha trascendido en medios canaleros, como Diario Critica, un grupo de abogados representantes de las familias orientales solicitaron la condena máxima de 50 años de cárcel contra el dominicano.