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Gerardo Ríos Mairena, condenado a 216 años de cárcel por el asesinato de cinco estudiantes en Liberia, le dijo al juez y a las fiscales que no le interesa nada de lo que se dirá en la lectura integral de la sentencia que será el 16 de febrero.
"A mi no me interesa eso", le dijo a las fiscales, antes de empezar a gritarles malas palabras, mientras era sacado de la sala.
Jugando
Mientras el juez explicaba la condena, el llamado Monstruo de Liberia se mantuvo riéndose, viendo para el suelo, pegando la jupa con la mesa y, aunque se le escaparon unas lágrimas, lo que más hizo fue jugar con las esposas.
Su abogado defensor, Francisco Herrera, comentó que Ríos estaba muy enojado y que le insistía que era inocente.
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Los jueces le recetaron 35 años por los homicidios de Joseph Briones, de 22 años; Stephanie Hernández, de 23; Dayanna Martínez, Ariel Vargas e Ingrid Massiel Méndez, los tres de 24 años.
Además, 35 años más por la tentativa de homicidio de una menor de 14 años y seis años por la violación contra Ingrid Massiel con quien tenía una fijación.
Herrera añadió que su cliente, durante la explicación de la sentencia, estaba especialmente molesto con la fiscal Aymee Caravaca, quien había pedido una pena de 215 años contra Ríos.
El sentenciado, quien va directo para la Reforma, antes de abandonar la sala fue cuando empezó a decir improperios y hasta empezó a mentarle la madre a las ficales del Ministerio Público.
Sin embargo, los oficiales lo sacaron muy rápido de la sala.
