Dos maletas cargadas con ¢400 millones en efectivo, que estaban escondidas en una casa, fueron el motivo por el que asesinaron a la modelo Isamara Alejandra Villalta Solano, de 26 años; a su pareja, Andrés Martín Pérez Vega, alias "Pescui", de 35 años; y al hermano de la muchacha, un adolescente de 17 años.
Las víctimas fueron raptadas el viernes 11 de agosto del 2017, cuando andaban en un carro BMW blanco, por Pueblo Nuevo de Alajuela.
Este martes, el OIJ detuvo a cuatro de los cinco sospechosos, entre ellos a un policía de la Fuerza Pública y otros dos exoficiales.
Wálter Espinoza, director del OIJ, detalló que el hombre que ideó el plan fue un amigo cercano de "Pescui", quien contrató a los policías para realizar el tumbonazo de plata.
Este "amigo" fue Jorge Carvajal Quirós, quien tampoco pudo disfrutar del dinero, porque fue asesinado el 19 noviembre pasado, en Sarapiquí, tres meses después del crimen de"Pesqui", la modelo y hermano.
"Carvajal sabía de la existencia del dinero, había una relación de confianza que pudo facilitar el abordaje de las personas y la sustracción del dinero. Eran muy cercanos y tenían relación de camaradería", mencionó el director judicial.
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Polis con doble cara.
Los detenidos de este martes fueron el policía de apellido Vargas, de 31 años, vecino de Palmares y quien fue arrestado en La Guácima de Alajuela, cuando terminaba su jornada laboral.
Mientras que los dos exoficiales son Barboza, de 32 años, exjefe del Grupo de Apoyo Operacional (GAO), de Alajuela, quien renunció a su trabajo dos meses después del crimen y Saborío, de 31, quien había dejado de ser oficial antes del asesinato. El cuarto hombre es de apellido Rodríguez, de 27. Ninguno de ellos tenía expediente judicial.
A este último se le detuvo en Río Frío de Sarapiquí, mientras que las demás capturas fueron en Tuetal y La Giralda de Desamparados de Alajuela.
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Simularon operativo policial.
Las autoridades detallaron que "Pescui" se dedicaba, en apariencia, al tráfico de drogas y por eso tenía esa plata escondida en casa de un tío de Isamara, en Tuetal de Alajuela.
Se supo que Pérez le regaló el carro BMW a Isamara, pero para evitar sospechas lo tenían a nombre de otra persona.
La noche del ataque regresaban a la casa, después de ir a comer en un restaurante fino. Wálter Espinoza, director del OIJ, detalló que los sospechosos eran al menos cinco personas que andaban en dos carros y quienes simularon un operativo policial para sorprender a la pareja y al adolescente.
Los sospechosos andaban con chalecos que atrás decían "policía".
“Las víctimas fueron privadas de su libertad e inició un proceso donde pidieron una cantidad de dinero que estaba oculta en una casa en Tuetal de Alajuela”, manifestó Espinoza.
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Los sospechosos exigieron la plata, por lo que Pescui e Isamara llamaron al tío y le dijeron que entregara la plata a dos hombres que llegarían en el carro BMW blanco.
"En principio, ese dinero se entregó a cambio de no asesinar a las víctimas; sin embargo, los sospechosos tomaron la decisión de cometer el crimen; este hecho ocurrió a las 3 de la mañana del 12 de agosto", expresó Espinoza.
Ese mismo sábado los parientes denunciaron la desaparición, y ese día encontraron el BMW abandonado cerca de la plaza de fútbol en La Angostura de San Ramón de Alajuela.
Los cuerpos aparecieron en el río Jesús María, en Guadalupe de Esparza, Puntarenas. Los primeros restos fueron hallados el 13 de agosto, se trataba del novio y de la modelo. Luego el 20 de ese mismo mes, apareció el cadáver del adolescente.
Los agentes judiciales dijeron que el adolescente, hermano de Isamara, lo asesinaron por andar con ellos esa noche
Sospechosos con vida de lujos.
Las autoridades afirmaron que después del tumbonazo y del atroz crimen los sospechosos se dieron el lujo de cambiar de estilo de vida y empezaron a estrenar casa, compraron nuevo menaje y se dieron el gusto andar en carro nuevo. El jefe de la GAO hasta renunció al trabajo con el Gobierno.
"Detectamos algunos cambios, no localizamos el dinero en efectivo", concluyó Espinoza.
En las detenciones de este martes se les decomisaron armas de fuego, celulares y ropa que, al parecer, usaron para simular el operativo judicial.