Doña Flory Herrera está con el corazón en la mano porque su hijo Edder Madrigal Herrera desapareció desde hace 15 días, poco después de celebrar su cumpleaños número 37 junto a sus tres hijos y a varios seres queridos.
“El 31 de marzo la pasamos tan bien, lo disfrutamos tanto todos los que te amamos y ahora saber que han pasado 15 días y no sabemos nada de ti. ¿Dónde estás mi amor?, esta incertidumbre es insoportable, todavía te quedan regalos sin estrenar. Te espero mi amor”, publicó la señora en Facebook.
Herrera le contó a La Teja que la pesadilla inició el sábado 10 de abril. Ese día Edder estaba en la casa, en Lotes Llobet de Alajuela, se despidió de su mamá porque iba a salir y desde entonces no saben nada de él.
“Él siempre me avisaba si no iba a llegar, me decía: ‘Ma, deme la bendición que ya me voy’, pero ese sábado salió de la casa y no regresó más”, contó Herrera.
La angustia de doña Flory aumentó la mañana del domingo 11 de abril cuando se levantó y vio que Edder no había llegado a dormir.
La señora y sus dos hijas llamaron a la expareja de su hijo para preguntarle si él fue a visitar a las dos hijas que tiene con ella, una de dos años y otra de diez meses, pero la mamá de las criaturas les dijo que no lo había visto.
Aparte de las dos bebitas, Madrigal tiene un hijo de 14 años, de otra relación que tuvo.
Sin pistas
Herrera dice que su hijo no tenía trabajo fijo, pero que iba mucho a La Cañada, en El Roble de Alajuela, a buscar chambas con las que pudiera ganarse una platita de forma honrada.
“El pasaba mucho de su tiempo ahí y se dedicaba a hacer trabajos de mecánica, a él le encantaba eso, entonces cualquier trabajo relacionado lo aceptaba”.
La tarde del lunes 16 de abril las hermanas de Edder visitaron La Cañada para ver si alguien sabía algo de él, pero nadie les pudo ayudar.
“Una de mis hijas fue ahí a La Cañada como a las diez de la noche a averiguar y llamaron al hijo de ella para que le dijera a mi hija que no se metiera ahí a esas horas porque es muy peligroso, dígame, ¿cómo saben que ella andaba ahí a esa hora?, pero de mi hijo nadie sabe nada”, cuestionó la señora.
Visto por última vez
Días después, la familia se enteró de que a Edder lo vieron por ultima vez en La Cañada el mismo sábado que salió de la casa y no regresó más.
“Lo único que sabemos es que ese día sí estuvo trabajando en una casa como hasta las 6:30 de la tarde, arreglándole el carro a una señora.
“Ella nos contó que Edder le dijo que iba a ir a comprar un silicón y le pidió prestada una sombrilla, luego se fue en su bicicleta y no regresó”, cuenta doña Flory.
La señora a la que Edder le trabajó, cuya identidad no trascendió, le devolvió a la familia un bulto que él dejó en la casa de ella. Adentro estaba la ropa con la que doña Flory vio a su hijo por última vez, pues según la vecina de La Cañada, Madrigal se cambió la mudada que estaba estrenando, para no mancharla trabajando.
Otra desaparición
Doña Flory se aferra a la esperanza de que su hijo regrese a casa sano y salvo, pero en el fondo de su corazón teme que le haya pasado algo malo, sobre todo por las cosas que Edder le contaba que ocurrían en La Cañada.
“Ahí pasan cosas extrañas, hace tres meses desapareció otro muchacho, yo recuerdo que Edder me decía: ‘Ma, vieras que fulanito se desapareció de la noche a la mañana, ya no aparece, y ahí está la mamá agarrada del portón pegando gritos’. Dígame, ¿cómo es que ahora desaparecen dos personas y nadie sabe nada?”.
Este viernes 23 de abril doña Flory y sus hijas se reunieron con la investigadora del OIJ que lleva el caso, pero salieron un poco decepcionadas, pues dicen que ellas tenían más información que la funcionaria.
Doña Flory dijo que no descansará hasta encontrar a su hijo, pues no le cabe en la cabeza cómo a un hombre honrado y bueno simplemente se lo tragó la tierra.