Sin emociones es cómo en apariencia estuvo el administrador de empresas Miranda Izquierdo cuando Bodaan le informó del fatal fallecimiento de la doctora María Luisa Cedeño Quesada.
Así lo describió Raquel Navarro, exsupervisora del restaurante La Mansión Inn en Manuel Antonio, Quepos, ante una consulta de la fiscal Grettel Rosales.
‘-¿Usted vio el momento cuando le comunicaron del fallecimiento de la doctora, cuál fue la reacción de él (Miranda Izquierdo)?’- consultó la fiscal. Navarro le respondió: ‘Indiferente’.
Explicó que ella encontró el cuerpo de María Luisa y comenzó a dar gritos en el hotel y le extrañó que Miranda Izquierdo ni el guarda del inmueble, de nombre Christopher, la hayan escuchado.
“¡Si yo estaba gritando desde hace rato!, ¿cómo no me había escuchado? (por encontrar el cuerpo) ni él (Miranda) ni Christopher”, señaló.
“No le vi ninguna cara, de susto ni nada digamos”, agregó al mencionar sobre cómo se mantenía Miranda en el hotel.
Asegura que ella junto a sus otras dos compañeras estaban llorando y tristes, Navarro incluso guardaba la esperanza que la doctora Cedeño estuviera viva.
“Estábamos tristes, llorando, no sabíamos qué estaba pasando”, recalcó.
Mencionó que vio a Bodaan sorprendido por lo sucedido y que fue él quien mandó a llamar a Miranda y a Herrera al enterarse de la tragedia.
Señala que sin que le preguntaran nada Miranda habló de la doctora.
“Entre las cosas que empezaron a hablar (los empleados del hotel), me acuerdo, no sé porqué, lo digo con todo respeto, este chico (nombre) Miranda Izquierdo dijo: ‘Es que ella tomaba mucho’, haciendo referencia a María Luisa Cedeño, sin que nadie se lo preguntara”, indicó Navarro.
En ese mismo momento Navarro salió en defensa de la doctora.
“Le dije que ¿por qué decía eso?, yo ya estaba molesta. No me acuerdo que respondió él”, expresó la testigo frente a los jueces de Quepos.
Luego de ese momento recordó que siguieron atendiendo a la perrita Mafalda, que le pertenecía a la doctora Cedeño y fue cuando Miranda ofreció darle galletas.
“Tratamos de darle agüita a Mafalda y no quería nada, la metimos en el baño.
“A él se le ocurrió la idea de traer unas galletas para perros, dijo que tenía unas y nosotras nos vimos raro, ¿pero no andaba ningún perro? y las andaba abiertas. A mí me dio miedo, creo que las trajo de la habitación de él, creo que se las dio a Daniela. Mafalda no quería nada, porque ella estaba bastante alterada”, comentó la testigo.
Asegura que en la actualidad esa manera de comportarse Miranda es extraña.
“Hoy siento eso extraño, ¿unas galletas? Y él muy extraño, su comportamiento solo hablaba en inglés con Bodaan, yo no les ponía atención aunque entiendo, pero sí hablaban en inglés”, mencionó.
Ese día los investigadores del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) no la entrevistaron porque Bodaan dijo que se fuera.
“No sé cuánto tiempo pasó, pero a mí me dijeron que me retirara que (nombre) Bodaan dio la orden que antes de que llegara el OIJ que yo me podía retirar, entonces ese día no hablé con nadie del OIJ”, detalló.
Concluyó asegurando que Miranda Izquierdo se quedó unos días más en el hotel porque Bodaan lo ordenó; sin embargo, insistía que le dieran la carta para circular en plena pandemia y retirarse.
Navarró no participó del homenaje con un sacerdote que le hicieron a la doctora Cedeño, Bodaan y Miranda porque ella lo sintió como una burla.
Juan Marcos Rivero, abogado de la familia Cedeño, pidió respeto durante el juicio porque asegura que Miranda se reía al escuchar a la testigo.