Karla González, trabajadora de limpieza de Villas Le Más en San Antonio de Escazú, fue la primera en testificar este lunes en el juicio por el asesinato de la venezolana Carla Stefaniak y su testimonio fue revelador.
Según la testigo, el día después de la captura de Bismark, la mamá de este llegó a su casa y cuando estaban conversando, la señora recibió una llamada de la esposa de Espinoza.
“Ella lloraba mucho, estaba atacada y me dijo que la esposa de él (Bismark), le había dicho que su hijo le contó que él había matado a Carla Stefaniak. Ella no me dijo nada más y se fue”, recordó.
Además, la mujer les contó a los jueces del Tribunal de Pavas que ella trabajaba tres veces por semana en ese lugar y que como vive en Santa Ana es vecina de la mamá del sospechoso del crimen, Bismark Espinoza Martínez, quien era guarda de las villas.
Incluso, González, comentó que fue ella la que les recomendó a sus patrones que contrataran a Espinoza como guarda de seguridad.
Karla aseguró que cuando ella no limpiaba las habitaciones, Espinoza se encargaba de esa labor. Además confirmó que solo Bismark y el otro guarda tenían las llaves, por lo que cuando ella iba a limpiar, ellos tenían que abrirle.
Además aseguró que solo Bismark y ella tenían acceso a la bodega donde estaban los artículos de limpieza, palas y la máquina de cortar zacate.
La mujer recordó que el día que supuestamente Carla tenía que irse de Costa Rica, ella llegó tempranito a limpiar y el otro guarda, que se llama Jorge, le dijo que ya la huésped de la habitación 8 (Carla Stefaniak) ya se había ido.
“Yo le dije que mejor porque así iba a limpiar temprano”, comentó la mujer, quien les aseguró a los jueces que ese día no vio a Espinoza pues él dormía en la habitación 7. Según ella, cuando el acusado no estaba de turno no acostumbraba salir de la habitación.
La mujer aseguró que la habitación de Carla no estaba “ni limpia ni sucia” y que la cama estaba un poquito desacomodada.
Ella no conoció a Carla y se dio cuenta de que estaba desaparecida porque uno de los dueños del hotel tenía un chat de WhatsApp con los empleados y les aviso de la desaparición. Además les envió una foto por si sabían algo.
“Cuando allanaron me tuvieron desde las dos de la tarde hasta las nueve de la noche en la casetilla del guarda y me dijeron que no me podía mover de ahí. Después me fueron a dejar a la casa y al día siguiente tenía una cita médica, pero mi esposo me dijo que el OIJ estaba afuera porque iban a registrar la casa, así que le dije que los dejara pasar porque nosotros no teníamos nada que ver”, dijo la señora.
Según González, fue su jefe quien le dijo que Bismark era el principal sospechoso.
Además este lunes en el inició del juicio el fiscal David Padilla leyó la acusación contra Espinoza.
Padilla acusó de homicidio simple a Espinoza ante los jueces Eduardo Rojas, Simón Guillén y Alberto Vargas, quienes llevarán el caso.
Según el fiscal, la venezolana, que vivía en Estados Unidos, vino al país a celebrar su cumpleaños junto a su cuñada.
La cuñada de Carla se devolvió el 27 de noviembre del 2018 a Estados Unidos y Carla viajaría un día después por lo que se hospedó en las villas.
Según el Ministerio Público entre las 7:55 de la noche del 27 de noviembre y las 6 de la mañana del 28 de noviembre Espinoza llegó a la villa donde estaba Carla, ubicada a 20 metros de la caseta de seguridad.
“No se encontraron las puertas forzadas, él entró y la atacó con un arma blanca y le propinó siete puñaladas. Además aprovechó las condiciones geográficas para trasladar el cuerpo hasta una maleza dentro de la propiedad, días después el cuerpo se encontró envuelto dentro de un hule”, dijo el fiscal.
El cuerpo de Stefaniak fue encontrado el 3 de diciembre.
Para el Ministerio Público el intento de ataque sexual fue la causa del homicidio.
Por su parte, el abogado de la familia de Carla, David Hernández, pidió que se acuse a Espinoza por homicidio agravado, violación en grado de tentativa y robo agravado. Para Hernández el hombre asesinó a Carla cuando ella trató de defenderse. La maleta de Carla nunca apareció y algunas de sus pertenencias fueron encontradas en bolsas plásticas dentro de la propiedad de las villas.
La familia de la joven exige una acción civil resarcitoria por ₡646 millones.
El papá de Carla, don Carlos Caicedo, estuvo en los tribunales, pero será hasta este martes que pueda ingresar a la sala, ya que le corresponde testificar.