Al DJ Adolfo Cortés Briceño, de 46 años, lo asesinaron a golpes porque se negó a poner una canción en un bar.
Ante la petición de quienes luego le quitarían la vida, Cortés explicó que ya no más, que debía retirarse porque su jornada de trabajo en la noche había terminado y que, además, al día siguiente debía madrugar para llegar a su otro trabajo en una farmacia.
Sin embargo, los tipos (dos o tres) no comprendieron y le armaron un problema cuando ya era la 1 de la mañana.
Su cuerpo fue uno de los dos que apareció con una piedra encima en el río San José, en Colonia Villalobos de Río Frío, en Sarapiquí. Ya antes de eso había aparecido un cadáver en una casa de Finca 1, en la misma región.
El hallazgo del cuerpo de Adolfo fue el 23 de noviembre y este miércoles las autoridades detuvieron a tres sospechosos del crimen. Son de apellidos Trejos Villalobos, de 62 años; Chavarría Fernández, de 42 y Quirós López, de 32.
Este jueves tuvieron una audiencia en la que la Fiscalía pidió contra ellos medidas cautelares.
Los investigadores del OIJ dieron detalles del homicidio de Cortés. Informaron que se debió a un pleito que se inició dentro del bar en Finca 6 de Río Frío.
Informaron que la víctima no tenía cuentas pendientes con las autoridades ni estaba relacionado con problemas de drogas.
Un familiar del DJ nos habló de él: “Su pasión era poner música, siempre fue una persona muy esforzada porque de lunes a sábado, de ocho de la mañana a seis de la tarde, trabajaba en una farmacia que atendía o hacía mandados de los jefes y los fines de semana, de siete de la noche a la una de la madrugada, ponía música en el bar restaurante La Gran China”.
El pariente pidió no ser identificado.
Atacado cuando iba a casa
El familiar agregó que los últimos minutos de vida de Adolfo fueron de terror y que los sospechosos, picados porque no les había puesto la música que deseaban, lo esperaron cuando iba camino a la casa.
“Nos contaron que uno de los hombres le pidió más música, pero Adolfo les explicó que ya se iba. En eso otros sujetos se acercaron y le gritaron ‘¿por qué discrimina al muchacho y no le pone lo que pide?’, pero él insistió que ya había terminado”.
“Dicen que el despelote fue bastante, que Adolfo se escondió en la cocina del bar, esperó a que los clientes se fueran y cuando pensó que todo había pasado, salió y se fue caminando a su casa, pero en el camino lo esperaron los tipos. Desde ese momento se desconoció su paradero”, dijo el pariente.
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Una persona muy querida
Cortés era muy querido en Finca 6, donde vivía. De cariño le decían “Wallas” o “Fofo” y tenía a cargo un grupo de niños a quienes les estaba enseñando el amor por los deportes.
Además en la comunidad era uno de los encargados de la iluminación del árbol de Navidad.
El sábado 23 de noviembre debía reunirse, a las 2 de la tarde, con varios vecinos para comenzar a poner las luces navideñas. A quienes lo esperaban les extrañó que no llegó y tampoco lo hizo a la farmacia San Martín.
Unos allegados de “Fofo” comentaron que desde ese momento se preocuparon porque siempre él destacó por ser una persona responsable. Un compañero de la farmacia incluso fue a buscarlo a la casa pues creyeron que se había dormido, pero no encontraron rastros de él.
La angustia se convirtió en pesadilla cuando, ese mismo día, las autoridades recibieron la información de que habían encontrado un cadáver.
“Le pedíamos a Dios que él no fuera, no creíamos que lo fuera porque nunca se le conoció un problema, pero una cuñada y una amiga se fueron hasta donde estaba el cuerpo y lo reconocieron al ver la contextura, la ropa que andaba y al verle una de las manos”, dijo una pariente.
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Sus allegados mantienen su recuerdo vivo y piden justicia porque mencionan que le quitaron la vida por un problema sin gracia.
Se despidió días antes
La familia pudo ver unos días antes a “Fofo” porque él aprovechaba cada vez que podía para visitar a la mamá y pedirle su comida preferida: arroz con huevo.
Dejó una hija a quien amaba con todo su ser, a ella la veía los domingos, pero el jueves y el viernes antes de que apareciera sin vida compartió con la chiquita.
Querían imponerse
La opinión de las autoridades es que quienes mataron a Adolfo pretendían imponer su poder en la tranquila comunidad de Finca 6 y trataron de hacerlo matando.
A ellos los vinculan con una banda narco y también son sospechosos de acabar con la vida de Jarry Albán Miranda Medina, de 47 años y quien apareció sin vida el lunes 26 de agosto en una casa en Finca Uno, en Las Horquetas.
También habrían matado a Juan Carlos Navarro Molina, de 30 años y quien apareció el lunes 11 de noviembre en el río San José.
Las autoridades confirmaron que estas dos muertes sí fueron por problemas con drogas.