Susan Zúñiga Rodríguez es recordada como una mujer de gran corazón que amaba con todas sus fuerzas a sus seres queridos, por eso una de las últimas cosas que hizo antes de ser una de las víctimas de la masacre de Llano Bonito de Buenos Aires, en Puntarenas, fue decirle a sus amigos más cercanos lo mucho que los amaba.
Así lo contó Marilyn Bonilla, amiga de Susan, quien dijo que la última vez que supo de Rodríguez, de 40 años, fue el pasado viernes 15 de octubre, cuando conversaron por medio de un grupo de WhatsApp en el que también están otros tres amigos.
“Siempre que se despedía nos decía: ‘chiquillos, recuerden que los quiero mucho’, y ese fue el último mensaje de ella”, contó Bonilla.
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Susan fue asesinada el domingo 17 de octubre junto a su novio Willy Borbón Muñoz, de 38 años, con el que jalaba desde hace aproximadamente 9 meses.
Junto a ellos también fueron asesinados el matrimonio integrado por el mecánico César Quesada Cascante (44 años), la maestra Alina Villarevia Rivera (41 años); y el hijo de ambos, Daniel, de 20 años.
La sexta víctima mortal de la masacre fue el estadounidense Stephen Sandusky, de 61 años, quien era el propietario de la finca en la que ocurrió el crimen.
Zúñiga era amiga de Alina y, según un tío de César, esta invitó a Susan y a su novio para que los acompañaran a la propiedad del extranjero y pasaran un día de campo juntos.
Amistad de muchos años
Susan vivía y trabajaba en Pérez Zeledón; sin embargo, ella nació y se crió en Pacuare Viejo de Limón, fue en esa provincia del Caribe donde conoció a Marilyn, su amistad inició desde que estaban en el colegio.
“Ella era una persona muy especial, con Susan compartí muchos momentos bonitos. En realidad somos cinco compañeros que tenemos un grupito desde que estábamos en el colegio y aún nos manteníamos en contacto”, contó Marilyn.
Bonilla contó que Zúñiga continuó con sus estudios y años después se fue a vivir a Cartago, por lo que ya no se veían tan a menudo.
Tiempo después, en el 2019, Susan inició una nueva travesía en Pérez Zeledón, a donde llegó a trabajar en la Universidad Internacional San Isidro de Labrador como coordinadora del centro de especialización.
“Ella quería realizar sus sueños, crecer como mujer y en lo profesional, solo que siempre nos decía que tenía su corazón partido en dos, porque estaba cumpliendo sus metas, pero lo que ella más quería estaba acá en Limón, que era su familia y sus amigos”, dijo Bonilla.
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El 17 de julio Susan cumplió dos años de vivir en Pérez Zeledón y por ese motivo publicó un mensaje muy especial en su perfil de Facebook.
“Hoy hace dos años la vida me llevó por un camino que jamás imaginé y me trajo hasta Pérez Zeledón, no sé si soy de acá o de allá, lo que sí sé es que no importa de dónde yo sea, Dios ya está ahí.
“Agradezco cada minuto aquí, lo bueno y lo malo, y sin lugar a dudas las oportunidades, solo Dios le da a uno esas cosas y permite que otros vean lo que uno no puede ver. Gracias”, escribió.
Según su perfil en el sitio web Linkedin, desde junio de este año Susan trabajaba como encargada de proyectos de capacitación en la Agencia para el Desarrollo de Pérez Zeledón.
Transmitía alegría
Marilyn describió a su amiga como una mujer muy valiente y decidida, a la que no le daba miedo tomar decisiones difíciles, además dijo que Susan siempre se caracterizó por tener un corazón de oro.
“Ella siempre estaba feliz, nunca hubo un momento en la vida en el que yo viera a Susan triste por algo, ella más bien transmitía una sensación de alegría y tranquilidad, creo que para todos era igual.
“Ella tiene una excelente familia, su mamá es una gran persona y todos ellos siempre han sido muy unidos”, contó.
Perder a su amiga fue un golpe muy duro para Bonilla, pues aseguró que Susan siempre estuvo ahí para escucharla y aconsejarla cuando más lo necesitaba, incluso aún cuando estuvieran a varios kilómetros de distancia.
En cuanto a Willy Borbón, Marilyn dijo que sabía que Susan tenía una relación desde hace algún tiempo, pero nunca le habló mucho sobre él.
Marilyn, al igual que lo han hecho familiares y seres queridos de las demás víctimas de la masacre, pide a las autoridades que hagan justicia y detengan a los responsables de matar a su amiga.
“Lo que deseo es que se haga justicia, porque ella no se merecía una muerte así, ninguno de los que estaba ahí lo merecía”, dijo.
El funeral de Susan se realizará este jueves 21 de octubre a las 9:30 de la mañana en el cementerio Colinas de Paz, en Limón.