Entre girasoles, cantos y escoltada por estudiantes del Colegio Técnico Profesional de Batán, fue como despidieron a Susan Anyelic Zúñiga Rodríguez, de 38 años.
Ella es una de las seis víctimas de la masacre de Llano Bonito de Buenos Aires que se descubrió la noche de este domingo y que conmocionó al país.
Luis Zúñiga, tío de la muchacha, dijo que Susan se fue de Limón para encontrar mejores oportunidades que le permitieran crecer profesional y económicamente.
“Mi sobrina salió a buscar nuevos horizontes y una mejor estabilidad laboral, aproximadamente hace unos cuatro años se fue de Limón hacia Cartago y luego se mudó a vivir a Pérez Zeledón, donde tenía muy buenos amigos, gracias a la calidad humana y carismática que la caracterizaban”, dijo Zúñiga.
La recordó como una persona que amaba vivir y pasaba pendiente de la familia, así como de los amigos cercanos.
“Era una excelente mujer, muy cariñosa y comunicativa con su familia, además era muy alegre, atenta y servicial, entre otras muy buenas cualidades”, expresó.
Ella trabajaba en proyectos de capacitación en una agencia para el desarrollo en Pérez Zeledón.
Las honras fúnebres de Susan fueron este jueves, a las 10 a. m., bajo un sol radiante. Sus allegados salieron de la iglesia Asambleas de Dios, en barrio Roosevelt, y caminaron hasta el cementerio Colinas de Paz, que está carretera a Santa Rosa.
Un grupo de estudiantes del Colegio Técnico Profesional de Batán acompañó a los familiares de Susan, pues la mamá de ella es la directora de este centro educativo.
Susan era amiga de Alina Villarevia Rivera y por eso aceptó ir a la finca en Llano Bonito de Buenos Aires, donde ocurrió la masacre. A ellas las acompañó Willy Borbón Muñoz, novio de Susan.
La propiedad era del estadounidense Stephen Sandusky, quien había contratado al esposo de Alina, César Quesada Cascante y al hijo de ellos, Daniel Quesada para que arreglara unas másquinas agrícolas; los seis fueron asesinados en la propiedad el domingo 17 de octubre anterior.