Stephen Paul Sandusky, el estadounidense asesinado en la masacre en su finca en Llano Bonito de Buenos Aires, zona sur, dejó dos hijos costarricenses.
Ellos nacieron en Pérez Zeledón y en la actualidad son unos muchachos, Joseph, de 18 años, y Michael, de 22 años, ambos viven en Estados Unidos.
El de 18 años acaba de entrar a la escuela militar, mientras que el mayor estudia una ingeniería.
La mamá de ellos es tica y concedió una entrevista al medio regional TV Sur Pérez Zeledón, en la que prefirió cuidar su identidad, sobre todo porque la investigación está en desarrollo.
Ella aseguró que los muchachos ya saben de la tragedia y ambos están muy afectados por la pérdida de su papá.
“Mi hijo menor está como un zombie, él no reacciona... se siente presionado, él tiene que venir a ver lo de la finca, retirar el cuerpo de su padre y todo es. Me siento una madre impotente porque no puedo ni siquiera abrazarlos y decirles cuanto los amo y cuanto lo siento, por más que quisiera no puedo estar con ellos, de verdad es algo inexplicable”.
Contó ella y Sandusky se conocieron hace 26 años y que era una persona muy buena.
“Tengo muchos años de conocerlo, yo tenía 34 años y él andaba por cuarenta y resto, en común tenemos nuestros dos hijos, lo conocí en Pérez Zeledón por medio de una familia amiga de mi mamá, lo de nosotros fue amor a primera vista y él me escogió como madre de sus hijos...él no le hacía daño a nadie”.
“Era una persona muy callada, reservada, si podía ayudar a la comunidad la ayudaba, fue un excelente papá, esposo...”, expresó la mujer al medio TV Sur.
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No pudo viajar para sepultar al papá
A pesar de que Sandusky era de Florida, Estados Unidos, casi no viajaba a norteamérica, incluso hace dos meses se le murió el papá y no pudo ir al entierro. La mujer agregó que este hombre de 61 años siempre se refugió en la finca, la cual él adoraba.
“Él no viajaba mucho a Estados Unidos, en agosto de este año se le murió el papá y él no pudo ir por el covid.
“Él amaba la finca, estuvo primero con la ganadería y ahora estaba sembrando café, se dedicaba a la cosecha, a cuidar sus matas de café, a ver cómo estaba la finca, él era feliz en eso. Lo hacía más que todo para dejárselo de herencia a sus hijos”, señaló.
Mencionó que la propiedad la tenía en venta porque estaba enfermo y además porque ya anteriormente lo habían atacado.
“Iba a vender la finca por la condición de salud, él tenía que salir para operarse las rodillas, me imagino que vendía para no tener tanta responsabilidad, además padecía de la presión alta, también quería estar junto a sus hijos, los extrañaba”, comentó.
El ataque en el que murió el extranjero ocurrió el domingo 17 de octubre y también murieron los esposos César Quesada Cascante (44 años), la maestra Alina Villarevia Rivera (41 años); y el hijo de ambos, Daniel, de 20 años; así como Susan Zúñiga Rodríguez y su novio Willy Borbón Muñoz.
La expareja de Sandusky siempre tuvo temor de que le hicieran daño al papá de sus hijos porque él vivía solo.
“Yo vivía siempre con temor porque como él estaba solo en la finca y este mundo está lleno de odio, envidia, maldad y al ver a un hombre solo, ya mayor...está no es la primera vez que lo asaltaban. Pues sí tenía miedo, lo llamaba constante, si él no me contestaba ya era una preocupación para mí”.
La mujer concluyó enviándole un mensaje a los actores de la masacre.
“...Todo en esta vida se paga, si fue por necesidad no tenían que matar a estas personas, mejor hubiesen pedido antes de quitarle la vida a un ser humano. No es justo la muerte de ellos, jamás, hubiesen tenido misericordia con ellos, pero no la tuvieron. ¿Por qué no tuvieron un poquito de corazón?”, señaló.
Hijos aseguran que papá no estaba en drogas
El OIJ mantiene la hipótesis de que el caso estaría relacionado a un robo; sin embargo, el medio de comunicación británico Dailymail.com señaló que algunos lugareños de Buenos Aires aseguran que les alarma el crecimiento de la circulación de drogas en el sur del país.
Además, que parece que no se llevaron objetos de valor que habían en la vivienda como máquinas agrícolas.
No obstante, Joseph, el hijo menor de Sandusky, le dijo a Dailymail que su papá no estaba metido en drogas.
“Papá era un gran hombre que nunca se involucró con nada de esta naturaleza’, publicó el medio británico.
Agregaron, que Sandusky llegó desde el 2000 a suelo tico, y según este medio extranjero tuvo un restaurante en Dominical entre el 2004 y 2005, luego lo cerró y los trabajadores lo demandaron por falta de imdenizaciones.
El extranjero también fue testigo en un juicio contra un expolicía tico de apellido Saldaña, acusado de asesinar a uno de sus empleados, Édgar Humberto Rojas Blanco. Esto ocurrió también en Llano Bonito, Buenos Aires, en agosto del 2006.