La doctora María Luisa Cedeño Quesada quería tanto a su familia que siempre pensaba en el bienestar de ellos.
El fin de semana del 18, 19 y 20 de julio del 2020 ella debía ir a visitar a sus papás en La Fortuna de San Carlos, pero era el tiempo en el que estaba en el pico máximo el Covid-19, por lo que ella decidió no ir con sus parientes para no exponerlos al virus.
Así lo recordó Raquel Rebeca Salazar, la investigadora a cargo del atroz ataque contra Cedeño.
La médica fue hallada sin vida el 20 de julio del 2020, en el hotel La Mansión Inn en Manuel Antonio Quepos, luego de pasear junto a su fiel compañera, una perrita de nombre Mafalda.
Salazar supo de esos datos porque tuvo que hablar con los papás de la doctora luego del terrible descubrimiento de su homicidio.
“Conversé con la madre, el padre y los hermanos; las entrevistas fueron realizadas en San Carlos, en la casa de habitación de los padres de María Luisa.
“Al inicio se encontraban muy afectados, la familia los había aislado del tema (a los papás), evitaban noticias al respecto, para que pudieran asimilar la noticia. Estaban afectados, en todas las entrevistas se observó lágrimas por parte de los familiares, se percibía que María Luisa era una persona muy querida, muy chineada, su familia estaba lamentando la perdida; sin embargo, es una familia con valores cristianos muy arraigados”, recordó la investigadora.
“Su madre nos comentaba que hablaba a diario con María Luisa. Eese fin de semana a María Luisa le tocaba ir a visitarlos, debido a la pandemia ella había decidido no exponerlos, no visitarlos, debido a que ella trabajaba en un hospital y no quería afectarlos”, recordó la investigadora.
Salazar dijo que percibió que eran una familia muy unida y sin lugar a dudas la preferida de todos era la doctora Cedeño.
“Todos eran una gran familia, María Luisa era la hija menor, la más chineada por todos, decían que cuando María Luisa iba a la Fortuna todos los hermanos dejaban lo que estuvieran haciendo y se reunían para comer juntos; además, realizaban viajes juntos, se veía que eran una familia muy unida”, señaló como parte de su declaración en el juicio.
La familia Cedeño Quesada dará sus declaraciones en este debate el próximo 9 de enero cuando continúe el juicio.
Los acusados son el dueño del hotel, un empresario holandés de apellido Bodaan, un bailarín nicaragüense de apellidos Herrera Martínez y un tico de apellidos Miranda Izquierdo.