EscucharMarco Calzada Valverde cumplió 19 años tan solo cuatro días antes de que unos desalmados lo mataran para, al parecer, robarle el celular.
Él era estudiante universitario y soñaba con ser un profesional en Ingeniería de Datos de la universidad Lead, amaba a su familia y, además, era un muchacho con mucha fe en Dios, pues participaba en misas y también en el grupo Juventud Masculina de Schoenstatt, agrupación que fue creada por los Soldados de Cristo y María.
El joven no andaba en malos pasos y lo último que se supo de él fue que salió a divertirse con unos amigos en los bares de La California, San José.
Por razones que no están claras, Marco salió del local y caminó hacia el barrio Chino, que está a un kilómetro de distancia aproximadamente. Las cámaras de seguridad de la Policía Municipal de San José grabaron cuando el muchacho camina solo.
Marcelo Solano, director de esta Policía afirmó que al joven lo comenzaron a seguir al menos cuatro sujetos desde la plaza de la Democracia, quienes luego lo atacaron en las cercanías del Arco Chino.
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El cuerpo de Marco quedó tirado en ese lugar y las autoridades recibieron la alerta de su hallazgo a las 11:30 p. m., de este sábado.
Catorce horas después, los papás del joven confirmaron que la víctima mortal de ese ataque era su hijo mayor a quien horas antes buscaron con desesperación en hospitales, redes sociales y hasta presentaron una denuncia en el OIJ.
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Último mensaje para la mamá
Mario Calzada, papá del muchacho, conversó con La Teja cuando estaba en la morgue a la espera de confirmar su peor temor.
Aseguró que su hijo no tenía problemas con las drogas y solo estuvo unas dos horas en el bar.
“Nunca se iba sin avisar, no es de ningún comportamiento así, tampoco consume drogas, él venía saliendo de un examen de la universidad y salió con los amigos para despejarse.
“Lo último que supimos de él es que a las diez de la noche le dijo a mi esposa que ya iba para la casa”, recordó el papá.
Sin embargo, Marco nunca llegó y los amigos lo perdieron de vista, cuando al parecer tan solo fue un momento al baño.
La familia se percató de la desaparición del muchacho, pero antes de salir al OIJ revisaron la computadora del estudiante y vieron que tenía el WhatsApp web y les pareció extraño que tenía muchos mensajes sin contestar y que su última conexión fue cuando le envió un mensaje a la mamá.
“Los amigos dicen que todo estaba normal, que no había señales de nada y que simplemente lo dejaron de ver.
“Tuve acceso al WhatsApp de él por la computadora y no indica nada, los amigos le preguntron ‘¿dónde estaba?, o ¿por qué se fue?’, pero él no respondió nada”, describió su papá.
El OIJ le confirmó a los papás que el celular de Marco lo hallaron en manos de un taxista de Cartago, quien dijo que se lo dieron como forma de pago por un servicio.
“El OIJ lo decomisó (el teléfono) en Cartago, alguien se montó al taxi y pagó con el celular”, le dijeron al papá.
Al servicio de Dios
El sacerdote Manuel Chavarría conoció a Marco y se dio cuenta por las redes sociales de la tragedia.
“Era un joven muy normal, pero tenía una gran sensibilidad. Él formaba parte del grupo mariano Schoenstatt, los papás de él también eran personas de la Iglesia católica, él era muy educado y de muy buen trato.
“Él me había pedido que animara la misa de las seis de la tarde en la capilla del Santísimo en barrio La Pithaya, San José y le dije que claro que sí. Recuerdo que él tocaba la guitarra en las misas y que su mamá cantaba, siempre me llamó la atención lo atento que era, se le veía una fe sincera”, recordó el cura.
También en el grupo Schoenstatt lo calificaron como un muchacho excelente.
“Era un chico de la juventud de Schoenstatt, muy lleno de Dios, activo, le encantaba participar en misiones cantándole a la Virgen. Es muy doloroso saber que un muchacho tan lleno de Dios, terminé en manos de criminales”, mencionaron.
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Así como ellos, Ricardo Lizano Calzado, primo de Marco, lo describió como un joven de familia.
“Era un muchacho extraordinario, sano, devoto muy religioso”, señaló.
Las redes sociales se inundaron de mensajes de apoyo y solidaridad para la familia de Marco, hasta la periodista Glenda Umaña dedicó un sentido mensaje, en el que dijo que lo que le sucedió a Marco le pudo haber pasado a cualquier muchacho que sale a compartir con sus amigos.
El funeral de Marco será este lunes a las 11 a. m., en la iglesia de Nuestra Señora de Loreto, en Pavas.
Este domingo en la noche trascendió que el OIJ de Cartago detuvo a uno de los sospechoso, sin embargo las autoridades no lo confirmaron.
