En el frágil y tierno cuerpo de un pequeño de dos meses quedaron las marcas que evidencian el dolor que habría soportado este inocente antes de morir.
El pequeñito murió a las 10 p.m., este miércoles 17 de mayo en el Hospital Nacional de Niños (HNN), luego de ser trasladado del hospital de San Carlos, Alajuela.
Carlos Jiménez, subdirector del HNN, afirmó que las heridas que le notaron al pequeño eran recientes, aunque también tenía unas más antiguas, tomando en cuenta que el pequeño solo tenía dos meses de nacido.
El médico señaló que Costa Rica se ha convertido en un país tan violento y pone de ejemplo la muerte de este niño a causa de agresión infantil.
“Este niño llega en una condición crítica al hospital de San Carlos, donde recibe el primer auxilio de estabilización, de manejo de la vía aérea y de traslado inmediato a un centro con más recursos como es el Hospital Nacional de Niños para el abordaje de un paciente críticamente enfermo, aún así llega en una condición crítica”, manifestó el médico.
Los doctores del HNN apenas vieron al pequeño tuvieron la impresión de que sufría de agresión infantil, por lo que los estudios que le realizaron les habría corroborado esta hipótesis.
“Tenemos evidencias de lesiones que había en diversas partes de su cuerpo, algunas recientes, otras antiguas, por lo que nos hace pensar que la agresión de este menor no era de ayer ni de estos días, sino que probablemente había algunas lesiones que venían de días anteriores”, afirmó el subdirector del HNN.
17 menores golpeados
El doctor Jiménez afirmó que hay 298 casos en estudio por algún tipo de violencia y la mayor parte son negligencias, sin embargo de este total, 17 menores habrían sido víctimas de abuso físico en lo que llevamos del año.
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“Esto nos llama la atención, porque en el 2022 tuvimos 23 casos. Evidentemente, nuestra población, nuestra sociedad está enferma (por la violencia) y tenemos que hacer un cambio de actitud, bajar esos niveles de violencia, tratar de buscar más elementos de paz, de armonía hasta buscar ayuda sicológica, reencontrarnos espiritualmente. Creo que ese es uno de los grandes problemas que tenemos, que nos hemos alejado de Dios”, manifestó Jiménez.
Los sospechosos de la muerte de este bebé son los papás de la criatura, una mujer de apellido Cordero, de 28 años y un hombre de apellido Luquez, de 27 años, que están en manos del OIJ.