La familia de Marco Calzada, el joven de 19 años que fue asesinado frente al barrio Chino en San José, no es la única que está sufriendo por la pérdida de un su joven hijo a manos de unos asaltantes.
Ese mismo dolor también embarga los corazones de los seres queridos de Manfred Barberena, un muchacho de 23 años que falleció en circunstancias muy similares a las de Marco, pues fue apuñalado por tres asaltantes que intentaron quitarle sus pertenencias tan solo 8 días antes del homicidio de Marco.
Barberena fue atacado el pasado viernes 24 de junio cuando se encontraba en una parada de bus en Cuesta de Moras, en San José, no muy lejos de donde Calzada fue asesinado vilmente una semana después, la noche del sábado 2 de julio.
Un amigo muy cercano de Manfred, quien pidió que su nombre no fuera publicado, le contó a La Teja que Barberena trabajaba en una empresa dedicada a hacer mudanzas y que ese día salió tarde debido a que se quedó haciendo unas horas extras.
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Por ese motivo es que un camión de dicha empresa lo fue a dejar hasta esa parada a eso de las 10:20 p.m., para que iniciara su viaje de regreso a su casa en San Ramón de Tres Ríos, en Cartago.
El amigo dijo que según lo visto en unos videos de vigilancia, Manfred fue atacado por dos hombres y una mujer, que forcejearon con él para quitarle sus pertenencias, pero al no lograrlo lo apuñalaron en el pecho y la espalda.
Con las pocas últimas fuerzas que tenía, Barberena corrió hasta una pizzería cercana donde pidió ayuda. El muchacho fue llevado al hospital Calderón Guardia, donde estuvo internado hasta el domingo 26 de junio, cuando finalmente falleció.
El pasado martes 28 de junio el OIJ detuvo en el centro de San José a uno de los tres sospechosos por el homicidio de Manfred, se trata de un hombre apellidado Chacón Parajeles y de 23 años, quien actualmente está cumpliendo seis meses de prisión preventiva por ese hecho.
— "Él disfrutó la vida, el tiempo que estuvo lo disfrutó, pero era un muchacho que tenía muchos sueños y aspiraciones", dijo un amigo de Manfred.
Detenido 92 veces en este año
Jorge Torres, ministro de Seguridad Pública, reveló que Chacón Parajeles es un viejo conocido de las autoridades, pues en lo que va de este año ha sido detenido en 92 ocasiones, es decir, en promedio ha sido capturado una vez cada dos días.
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Información policial con la que cuenta La Teja señala que incluso Chacón estuvo en manos de la Policía una semana antes de que se cometiera el homicidio de Manfred.
El sospechoso fue capturado por la Fuerza Pública el pasado miércoles 15 de junio por el presunto delito de portación ilegal de arma permitida, pero por razones que se desconocen fue dejado en libertad poco después.
Chacón también había sido detenido el jueves 9 de junio por el delito de robo agravado en San José, pero, al parecer, tampoco se le dictó algún tipo de medida cautelar represeiva.
Según el Ministerio de Seguridad Pública Chacón registra detenciones desde el 2017, principalmente por delitos como robo agravado y portación ilegal de arma permitida, ahora se le suma el presunto delito de homicidio en perjuicio de Manfred.
La Teja le consultó al Ministerio Público el estado actual de todas las causas penales registradas contra el sospechoso, pero al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta.
Un gran amigo
Manfred es recordado por sus seres queridos como un joven trabajador, dedicado a su familia y que siempre tenía tiempo para ayudar a sus amigos.
Así lo contó a La Teja un amigo cercano de Barberena, quien pidió que su nombre no fuera publicado.
“Él era el ejemplo de lealtad en amistad, era de esos amigos que cuando nadie aparecía él salía como un rayo de luz a estrechar un abrazo o una mano.
“Como amigo fue excelente, como hermano siempre trató de ser el mejor, durante muchos años fui amigo de él y del hermano, nos criamos casi que juntos. Me siento orgulloso de haber sido amigo de él y de poder llamarlo hermano”, dijo.
En la empresa en la que Barberena trabajaba desde hace dos también lloraron por su trágica muerte.
“Él era una persona muy querida, si usted pregunta aquí en la empresa todo mundo lo sufrió y lo lloró, porque era una persona muy amable, no se metía con nadie, nunca se le veía triste y todos los días le ponía al trabajo”, dijo el compañero de Manfred.
Otro de los amigos de Manfred, quien también pidió que su nombre no fuera dado a conocer, dijo que en medio del dolor que sienten solo esperan que se haga justicia.
“Yo solo quiero justicia para mi amigo, que las personas que le hicieron el daño paguen, que las leyes cambien y que se les dé la condena que merecen.
“Al fin y al cabo Dios se encargará de todo, pero por el momento y este en este mundo que paguen por lo que hicieron”, dijo.