EscucharKeyna Guevara Anchía, de 20 años, se lanzó de inmediato para proteger a su bebé de siete meses, quien jugaba en una andadera, cuando observó que unos desalmados ingresaron a la casa y dispararon sin piedad.
Ella intentó proteger al pequeñito, pero la velocidad de las balas fueron más rápidas y terminaron cobrando la vida del inocente.
La valiente madre recibió dos impactos de bala en el abdomen y estas heridas la mantienen hospitalizada y en estado grave.
Ana Victoria González Anchía, hermana de Keyna, le dijo a La Teja, que su hermana hizo todo lo posible por salvar al pequeñito.
“Ellos estaban en la sala, las cinco personas estaban en la sala e iban a comer. El bebé estaba en la andadera, de espaldas, en eso entraron (sicarios) y dispararon, mi hermana reaccionó (mamá del niño) yendo hacia el bebé. A ella le dispararon en el estómago, porque intentó resguardar al bebé”, dijo Ana Victoria.
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Keyna, aún herida, sacó fuerzas para llevar a su hijo al hospital.
“Ella corrió con él para llevarlo al hospital, lamentablemente no había mucho que hacer”, expresó la tía del pequeño.
El objetivo del ataque era un adolescente, de 16 años, quien murió en el sitio, él no es familiar de las víctimas, pero se encontraba en la casa, ya que era el novio de la hermana menor de Keyna.
Además del bebé, también le quitaron la vida a Yoselin Quesada Anchía, de 34 años, tía del inocente, ellos se convirtieron en víctimas colaterales de este ataque armado.
La balacera ocurrió dentro de una vivienda en la que no vivía el pequeño.
“Mi hermana Yocelin no vivía ahí, tampoco Keyna (la mamá del niño), ellos fueron a esa casa porque a mi hermana Yocelin la operaron de la apéndice y la estaban cuidando, como lo hacen las familias, se quedaron una noche y al otro día fue que ocurrió el ataque”, detalló Ana Victoria González, hermana de la fallecida y de la herida, así como tía del bebé que mataron.
Este fatal hecho ocurrió la tarde del viernes 7 de marzo anterior, a la familia no se le conoce ningún problema, se convirtieron en víctimas inocentes, que estaban cerca del adolescente que al parecer era el objetivo de los pistoleros.
Yocelin y su sobrinito serán cremados y en medio del dolor, los allegados esperan la recuperación de la mamá del niño, así como la de otra muchacha de apellido Badilla.
