Día a día desde hace más de nueve años, doña Ana González vive esperando que su hijo, Róger Mauricio Murillo González, aparezca.
Macgiver, como le dicen de cariño a Róger, desapareció el 26 de julio del 2010, su familia no lo ha dejado de buscar, no pierden la oportunidad para repartir y pegar volantes cada vez que pueden.
Esta mamá a la que la vida se llenó de dolor, angustia y desesperación nos contó que no puede explicarse qué pasó.
“Ese día yo estaba trabajando en el plantel del CNP en San José, MacGyver me llamó a las nueve de la mañana y me dijo: ‘mami, voy a ir a hacer un mandado a Alajuela, cuando venga la llamo porque voy a dejar el celular, de por sí me lo cortaron’. Yo le dije que si quería se lo pagaba y me dijo que tranquila, que cuando llegaba lo pagaba, él tenía 22 años” , recordó la mujer quien labora como conserje del Consejo Nacional de Producción desde hace 22 años.
Doña Ana asegura que cuando ella llegó a la casa en urbanización El Cedro, en Río Segundo de Alajuela, no lo encontró y como siempre madruga y no sospechaba nada se acostó a dormir.
“Al otro día me fui a trabajar, una de mis hijas gemelas me llamó al trabajo y me preguntó por MacGyver, me dijo que él no llegó a dormir y yo le contesté: ‘¿pero cómo? Si él me dijo que fue hacer una mandado a Alajuela’”, recordó la madre de seis hijos.
La familia se quedó esperando un ratito para ver si era que Róger se quedó durmiendo en algún lado, pero la noche volvió a caer y nada. Empezaron a llamar a los amigos y allegados para preguntar si sabían algo, incluso, salieron a buscarlo, pero nada.
Doña Ana se fue a poner la denuncia y para empezar le dijeron que tenían que pasar 72 horas.
“Al otro día me agarró la angustia de madre, me fui para el trabajo y le dije a mi jefe que necesitaba permiso porque tenía un hijo desaparecido. Ese mes anduvimos en las playas, medios de comunicación y por todo lado buscándolo”, dijo.
Las visitas a las playas se debían a que Róger en temporada alta iba a un hotel a dar clases de surf y también arreglaba tablas, era algo que le gustaba muchísimo. Incluso, doña Ana se subía a los buses a entregar volantes para que le gente que iba para cualquier parte del país la ayudara.
Buscaba trabajo
MacGyver andaba buscando trabajo y la única pista que tiene el OIJ es la declaración de un joven de colegio que se subió al bus con él.
“El iba en el bus para Alajuela, estuvo hablando con un chiquito que iba para el Instituto de Alajuela.
"El OIJ investigó y le preguntaron al chiquito si él le dijo que era que se iba a matar o se iba a perder o algo y el güila dijo que no, que más bien le contó que se quería comprar una patineta y que andaba buscando trabajo y andaba haciendo un mandado para llenar solicitudes”, recordó la mamá, quien aseguró que su hijo se bajó una parada antes que el colegial.
"Vea lo injusta que es la vida, medio año después de que desapareció lo empezaron a llamar de los lugares donde pidió trabajo”.
Doña Ana recuerda que para las elecciones presidenciales del 2014, cuando llegó a votar vio que su hijo había solicitado una cédula nueva en Pérez Zeledón y soltó el llanto ilusionada, pero al preguntar en el Tribunal Supremo de Elecciones les dijeron que la pidió mucho antes de desaparecer.
“Yo trabajo cerca de Medicatura Forense y a cada rato iba a ver fotos, más cuando escuchaba de algún accidente o algo, dos médicos de ahí que se criaron desde niños donde yo vivo, me decían: ‘Anita, deje de venir, nosotros lo conocemos y tenemos su huella’. Ha sido demasiado, no hemos parado de buscarlo”, dijo la mujer.
Esta mamá, asegura que al principio mientras estaba trabajando le daba por llorar y también por salir corriendo a buscarlo y sus compañeros con mucho cariño se iban a atajarla.
“Yo soy feliz en el trabajo, pero nadie tiene idea como me siento cuando llegó a mi casa, viera que tristeza”, comentó.
Desalmados
Doña Ana ha sido victima de gente mal intencionada que al ver publicaciones de Róger la llaman y le dicen que lo están viendo en un lugar y es mentira.
Aunque la sicóloga que atiende a doña Ana le ha recomendado que regale las cosas de su hijo, al principio ella se las daba a conocidos.
“Me pasó con una sueta que se la di a un muchacho y cada vez que se la veía puesta me atacaba a llorar, al punto que tuve que pedirle que me la devolviera, tuve que empezar a regalársela a gente que sufrió emergencias, desconocidos", contó.
Ella aún conserva muchas cosas de su hijo como ropa, una tabla de surf, discos de acetato y un tocadiscos.
“Yo le digo a Dios que me hable por medio de su palabra y nunca me he soñado con él. Yo siento que mi hijo está vivo, no sé si es mi amor de madre.
"En cosas de la iglesia no lo siento ni fallecido ni en desgracia. Una señora de la iglesia me dice que le pague una misa porque no sé si él está fallecido y necesita las misas”, dijo.
No viaja por esperarlo
Esta madre no solo se hizo más temerosa con sus otros hijos, sino que tampoco volvió a viajar, antes visitaba a dos hijas que viven en Estados Unidos, ahora no lo hace porque teme que en ese momento su hijo aparezca y ella no esté.
“No puedo ir a las playas, no disfruto, mis hijos se ponen a verme triste y les digo que voy a ir a caminar y ando con una foto preguntando si lo han visto. Yo siempre le he dado confianza a mis hijos para decirme si andan en algo malo o en vicios, siempre les he dicho que me digan primero a mí para no darme cuenta en la calle, pero estoy segura de que este no era el caso con mi MacGyver”, comentó.
“Cuando yo veo que alguien se perdió pienso: ‘pobrecita esa mamá que va empezar a vivir lo que yo ya llevo adelantado’. Es algo muy duro y no se encuentran respuestas a tanto dolor”, dijo.
La familia de MacGyver no volvió al OIJ porque nunca le una explicación sobre la desaparición.
Si alguna persona sabe algo de Róger, doña Ana súplica que los llamen al 8877-1019 o al 2237-2624, en la página de Facebook: Unidos Por MAGGY constantemente comparten información sobre el caso.