Desde hace casi cinco años, Giselle Barrantes Matarrita mantiene una petición muy especial en sus oraciones, ella a diario le pide a Dios que la ayude a encontrar los restos de su amada hija, Deire Odalia Ramírez Barrantes, quien fue asesinada por su expareja y cuyo cuerpo nunca apareció.
Así lo contó a La Teja esta angustiada madre, quien explicó que hasta el día de hoy mantiene la esperanza de poder sepultar a su hija y darle el último adiós que ella se merece.
“Todos los días me persigno, le doy gracias a Dios por todo y le pido, le imploro, que su bendita e infinita luz nos muestre el lugar donde están los restos de mi hija”, dijo Barrantes.
El crimen que tiene a Giselle y a su familia con el corazón hecho pedazos ocurrió el 18 de noviembre del 2018 en una casa ubicada en barrio Panamá, en Santa Cruz de Guanacaste, lugar donde Deire Odalia, de 23 años, vivía con su entonces pareja sentimental, el expolicía municipal Joel Alberto Córdoba.
Según la acusación presentada por el Ministerio Público, Córdoba controlaba y constantemente amenazaba a la muchacha, pero aquel día las cosas llegaron a otro nivel.
“De acuerdo con la evidencia, el imputado asesinó a la mujer. Tras el femicidio, Córdoba trasladó el cuerpo a un lugar desconocido y, en la actualidad, no ha sido posible localizarlo”, señaló el Ministerio Público.
El 8 de setiembre del 2020 el expolicía fue condenado a 15 años de cárcel por el delito de homicidio simple; sin embargo, en enero del 2022 el Ministerio Público dio a conocer que la condena fue elevada a 35 años, pues lograron que los hechos cometidos por Córdoba se recalificaran a femicidio.
Anhela encontrarla
Giselle contó que tras la desaparición de su hija, ella y su familia hicieron todo por tratar de encontrarla, en un principio tenían la fe de hallarla con vida, pero esa esperanza se fue diluyendo poco a poco.
“Mis otras hijas y yo anduvimos detrás de todas las pistas que nos daban en Facebook, que muchas veces venían de perfiles falsos, pero uno siempre iba con la esperanza de encontrarla”, recordó.
“Yo sé que mi hija ya está con Dios, no me canso de pedirle a Dios que me devuelva los restos de ella”
— Giselle Barrantes, mamá de Deire Odalia.
Al día de hoy, Barrantes es consciente de que ya no podrá encontrar a su hija con vida, pero no pierde la esperanza de hallar los restos para darles santa sepultura. Lo más difícil es que la única persona que sabe dónde está el cuerpo de Deire Odalia, no desea decirlo.
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“Ese hombre nunca va a hablar, él es una persona muy astuta y sabe que el peor daño que puede hacernos es no decirnos dónde está, pues sabe que ese es el peor calvario para nosotros. En un principio él había comentado que en el puente del río Tempisque, pero la búsqueda fue inútil. Yo ya no tengo la esperanza de encontrar a mi hija con vida, ella ya no va a parecer con vida”.
Un dolor que no desaparece
Muchos dicen que el tiempo cura las heridas, pero hay unas tan profundas que nunca sanarán del todo, así es como se siente Giselle, quien dijo actualmente que ella y su familia aún sufren por la muerte de su hija.
“Hasta la fecha es muy duro, yo me hago la fuerte, me levanto y no toco cama hasta la noche, porque quiero estar cansada para dormir y no pensar en eso. No quiero que en mi cara se refleje la tristeza, no quiero que mis hijos me vean llorar, por eso yo paso activa todo el día”.
Barrantes contó que su otra hija, de 17 años, es una de las que más sufre por la ausencia de Deire Odalia, pues eran muy cercanas.
“Esta situación ha sido muy difícil para mi hija de 17 años, que está a punto de graduarse, incluso hemos tenido que llevarla al psicólogo, porque ella ha sufrido mucho por lo que le pasó a su hermana”.
Corazón se le quiere salir
Barrantes también contó que a veces ver las noticias se vuelven un martirio para ella, pues cuando se habla sobre el hallazgo de restos humanos ella solo desea que se traten de los de su hija, para así ponerle fin a este triste capítulo.
“Dios es la única esperanza que tengo de que aparezcan los restos de mi hija, usted no sabe lo que siento cuando han aparecido restos por ahí, mi corazón late acelerado, siento que se me va a salir el corazón”, agregó.
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Giselle contó que no pierde la esperanza de que Dios la ayude a encontrar los restos de su hija, pues durante el juicio contra Córdoba ella le pidió ayuda y Él le respondió.
“Durante el juicio le prometí a Dios que si él era condenado por el crimen de mi hija yo me iba a cortar el cabello, que para mí era algo muy importante, porque el cabello me llegaba por debajo de la cadera. El juicio terminó y al día siguiente en la mañanita me estaba cortando el cabello. El muchacho que lo cortó me preguntó si de verdad estaba segura, le dije que sí, porque era una promesa que le había hecho a Dios”.
Si usted tiene información que pueda ayudar a dar con los restos de Deire Odalia puede contactar al OIJ al teléfono 800-8000645 o al WhatsApp 8800-0645 del Centro de Información Confidencial.