Sucesos

Mamá fue cruelmente asesinada y lanzada a los cocodrilos para desaparecer su cuerpo

Fanny Patricia Sandí Arauz, de 38 años, era costurera y su cuerpo fue hallado en el río Tárcoles.

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Fanny Patricia Sandí Arauz era madre soltera, se ganaba la vida como costurera, vivía en una propiedad rodeada de otros familiares y, como cualquier persona, le gustaba tener momentos de recreo.

Siempre le gustó cantar y por eso en la mayoría de ocasiones andaba contenta. En sus ratos libres aprovechaba para ir algún karaoke y pasar con sus amistades; eso sí, primero cumplía con sus responsabilidades como mamá y también con su máquina de coser parar entregar los encargos a tiempo.

Pese a contar con una vida feliz lo último que se sabe de Fanny es que la habrían visto llorando, junto a un hombre con quien estaba discutiendo. De este sujeto nunca se supo el nombre. Esto fue en una zona conocida como Quebrada Seca de Jacó.

El cuerpo de esta mamá de 38 años apareció en un playón del río Tárcoles, en Garabito, en el Pacífico Central de Costa Rica.

Las autoridades señalaron que una turista, quien observaba desde el puente a los cocodrilos, vio el cuerpo cerca de las 8 a. m. del martes 23 de setiembre del 2014.

De inmediato, se desplegó todo un operativo, tanto de cruzrojistas como de Fuerza Pública, quienes custodiaron el lugar y tuvieron que ingeniárselas para poder entrar al río, que está inundado de reptiles.

Trascendió que uno de los primeros cruzrojistas en llegar fue Gerardo Samudio, quien estuvo a cargo del rescate del cuerpo; él reconoció a la víctima, quien era vecina del barrio El Copey en Jacó.

La familia siempre ha vivido en Jacó y muchas personas los reconocen, por eso las primeras autoridades que llegaron identificaron a la víctima apenas la vieron.

“Portaba la cédula y un dinero en el short que tenía puesto”, dijo Samudio a los medios de comunicación hace 10 años.

El cuerpo estaba bocarriba y semidesnudo, pues vestía un pantalón corto blanco y un top oscuro.

Además, llevaba una ficha de casino. Esta ficha se la había encontrado el hijo de Fanny, y ella quería ver si se la cambiaban por algún premio, pero en apariencia, no tuvo tiempo para hacerlo.

Desde Tárcoles hasta Jacó corrió el rumor de que el cadáver encontrado era de Fanny; todos los vecinos lo sabían y su propia familia fue la última en enterarse. Así lo afirmó Eilyn Sandí, hermana de Fanny.

“No sé que hubiera hecho yo si la llego a ver así donde la dejaron; las fotos andaban en todos los celulares, como a las 11:30 de la mañana nos fuimos dando cuenta que ella estaba ahí (se refiere a estar sin vida). Yo sabía que ella había salido el día anterior y por eso pensaba que estaba durmiendo. Una hora antes la había ido a buscar a la casa y el hijo me dijo que la mamá no había llegado. La llamamos por teléfono, llamé a sus amistades, porque quizás se pudo haber quedado con alguna de ellas, aunque no era usual, pero todas me decían que no estaba con ellas”, recordó la hermana.

Lo peor estaba por descubrirse cuando su hermano mayor la llamó preguntándole por sus hermanas y al ver que tenían unas horas sin saber de Fanny se preocuparon.

Además, la foto del hallazgo del cuerpo anduvo entre mensajes de los vecinos durante la mañana y nadie les avisaba que se trataba de su pariente.

“Mi hermano me dijo: ‘busque a Fanny, están diciendo que la encontraron en el puente de Tárcoles’. Yo lo que pensaba era que quizás la bajaron del bus o cualquier otra cosa, nunca me imaginé una tragedia. Mi hermano hablaba y hablaba, me hizo un enredo, yo no entendía, hasta que me llamó un muchacho del OIJ para preguntarme si Fanny era familiar y darnos la triste noticia”, expresó la joven.

Las autoridades realizaron un operativo en el puente del río Tárcoles para levantar el cuerpo de Fanny Sandí. Foto: Jorge Umaña/Archivo

Para ese entonces, el papá de ellos, don Manuel Sandí, tenía tres meses de estar internado en el hospital México debido a una bacteria. Él también recibió la llamada de una amistad en la que le preguntaban si era cierto que una hija de él había sido asesinada.

“Estábamos pasando un momento muy duro, porque teníamos tres meses de tener a mi papá en el hospital; a él lo llamaron para hacerle esa pregunta y casi se vuelve loco, porque él no sabía nada”, recordó la hija.

La mamá de Fanny también se enteró de la tragedia sin anestesia; a ella la tuvieron que cuidar porque padece del corazón.

Una turista que veía los cocodrilos fue la que divisó el cuerpo de Fanny Sandí Arauz. Foto: Rafael Pacheco (Rafael Pacheco Granados)

Para los allegados de Fanny es evidente que, además de causarle la muerte a esta mamá, también intentaron desaparecer su cuerpo al lanzarlo a los cocodrilos.

Aun así, en medio de todo ese dolor, pudieron despedirla como se lo merecía al lado de su familia.

“La intención que tuvieron fue tirarla al caudal del río; eso fue que no les dio tiempo porque seguro mucha gente pasaba por el lugar, pero el cuerpo de nuestra hermana lo quisieron desaparecer, eso nos hubiese causado más dolor por el hecho de no saber dónde estaba”, manifestó la hermana.

Esta es una de las últimas fotos de Fanny Patricia Sandí Arauz junto a sus papás don Manuel y doña Francisca. Foto: Cortesía de familia para La Teja
Esta es una de las últimas fotos de Fanny Patricia Sandí Arauz junto a sus papás don Manuel y doña Francisca. Foto: Cortesía de familia para La Teja

En este 2024 se cumplen 10 años de este espantoso hecho que conmocionó al país. Durante esta década, la familia de Fanny ha tenido que vivir con la incertidumbre del por qué les quitaron a una de sus integrantes, pues las autoridades de Costa Rica nunca les llevaron justicia y el caso de Fanny quedó en el olvido al ser archivado.

No obstante, a la familia y a los vecinos de Jacó este suceso los marcó para siempre, y les quedó la inquietud de por qué le hicieron daño a Fanny.

“Nunca tuvimos explicación, anduvieron inventos sobre ella; en un medio de comunicación dijeron que era una trabajadora sexual, que consumía drogas. Pero no, mi hermana era ama de casa, hacía costuras y lo único que tomaba era cerveza; incluso, en la autopsia no salió ninguna otra sustancia que no fuera alcohol en su sangre”, señaló la hermana.

El OIJ nunca detuvo a ningún sospechoso y, 10 años después, la familia prefiere dejar todo en manos de Dios y ellos vivir en paz.

“No sabemos si mi hermana vio algo o le exigían hacer algo que no quería y por eso nos la quitaron. Nunca le conocimos problemas, si ella era alegría en donde estuviera, le gustaba disfrutar de la vida de manera sana”, señaló Eilyn.

Recordó que su hermana murió por asfixia y tenía golpes.

La familia buscó respuestas y de acuerdo con los amigos la vieron bailando y cantando en dos bares de la zona, luego mencionan que la vieron junto a un sujeto, pero a partir de ese momento le perdieron el rastro hasta que apareció sin vida.

El celular de Fanny nunca apareció y pese a que las autoridades hicieron rastreos para tratar de obtener información sobre las últimas llamadas, no obtuvieron información que los llevara hacia los responsables.

Fanny Sandí Arauz era madre soltera, se ganaba la vida como costurera y fue víctima de un atroz asesinato. Foto Jorge Umaña/Archivo

Fanny era la cuarta de ocho hermanos y la mayor de las mujeres.

A sus 20 años se convirtió en mamá y una de las últimas personas en verla fue su hijo, quien la acompañó la noche del lunes 22 de setiembre hasta una parada de buses, pues ella dijo que tomaría un taxi y estaría junto con unas amistades en dos bares de la zona.

Para ese entonces el hijo de nombre Luis Alberto tenía 19 años.

Fanny Patricia Sandí Arauz era mamá del joven Luis Alberto, él la recuerda con mucho amor. Foto: Cortesía Eilyn Sandí para La Teja
Fanny Patricia Sandí Arauz era mamá del joven Luis Alberto, él la recuerda con mucho amor. Foto: Cortesía Eilyn Sandí para La Teja

Horas antes su hermana Eilyn la vio cuando pasó por la casa de ella y estaba haciendo oficios.

“Durante el día la vi haciendo oficios, yo iba para Orotina y me despedí de ella, le dije: bueno mi herma, ahora nos vemos. Esa fue mi despedida para siempre”, recordó.

Es tanto el amor por Fanny que su familia guarda muchos recuerdos desde las fotos, hasta la máquina de coser la conservan con mucho cariño.

“La herencia que ella me dejó fue que me enseñó a coser, yo tengo su máquina de coser, la use durante un tiempo y luego me compré otra, pero la de ella la conservamos porque nos recuerda a mi hermana”, señaló Eilyn.

Eilyn menciona que uno de los momentos más difíciles fue cuando ella la tuvo que mudar en la morgue, fue en ese instante que la despidió para siempre.

Concluyó señalando que pasar por este puente siempre le trae recuerdos de los tristes momentos que habría sufrido Fanny hasta fallecer.

Fanny Patricia Sandí Arauz, le encantaba cantar, la justicia se olvidó de ella. Foto: Cortesía Eilyn Sandí para La Teja
Fanny Patricia Sandí Arauz, le encantaba cantar, la justicia se olvidó de ella. Foto: Cortesía Eilyn Sandí para La Teja
Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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